lunes, 30 de marzo de 2015

NUEVA SALIDA PARA VER AVES MARINAS


El pasado domingo 29 hicimos otra nueva salida en busca de aves marinas, repitiendo la magnífica organización de Miguel ángel Andrés. El recorrido fue similar al del 27 de octubre del año pasado (ver), yendo desde Santa Pola hasta la altura de Guardamar y de ahí a la isla de Nueva Tabarca, para regresar al puerto.
A la ocho de la mañana (cambio horario incluido y hora de sueño menos) ya nos encontramos los más madrugadores en el puerto preparando el chum, que de nuevo consiste en pan duro troceado, alachas, jureles y similares que son triturados en esos momentos más una caja con restos de pescados y un bloque de pescado congelado, toda una auténtica  delicatesen para las aves marinas, menú al que se añade un bote de aceite de pescado.


Preparando el chum en el puerto de Santa Pola.
Sobre nosotros chillan algunos vencejos y varias gaviotas patiamarillas parecen sobrevolarnos interesadas en saber qué hacemos con esas cajas de pan y pescado y si en algún momento pensamos alejarnos de ellas.


Gaviota patiamarilla.
Sobre las nueve de la mañana ya estamos los 27 participantes saliendo con el Batiste Tres, de nuevo patroneado por César. La temperatura es suave y la mar está en un estado estupendo, con una magnífica visibilidad, el cielo despejado y sin viento. Promete ser una excelente jornada de pajareo marino. Ahora falta que las aves no nos fallen.
Sergio y Miguel Ángel en un momento de charla a la salida de puerto.



La primera sorpresa es la aparición, a bastante distancia de la costa, de una hembra de aguilucho lagunero. Veríamos otras aves en esas condiciones (alejadas de tierra) cumpliendo con su migración prenupcial. Un par de petirrojos, un archibebe común, una golondrina común, un grupito de cinco alondras y algún paseriforme más que no pudimos identificar, se sumaron a la lista de las aves en paso que vimos durante la travesía.



Atentos a lo que salga.
Otra buena sorpresa: un grupo de 4-5 delfines mulares saltando. Nos hubiera gustado haberlos contemplado más de cerca pero por los menos pudimos verlos dando saltos fuera del agua. Más tarde tuvimos otra observación, pero más breve.




Hay que estar atentos.
Pero no acaban ahí las sorpresas. Álex Alamán ve un pez luna y tratamos de volver a localizarlo pero no tenemos suerte. Una pena quedarnos sin poder observar mejor a ese extraño pez.



Cerca de las piscifactorías observamos ya los primeros grupitos de aves marinas interesantes. Hay bastantes charranes patinegros y, entre ellos, charrán común y fumarel cariblanco. Por la parte inferior de los cercados, curiosamente, corretean varios vuelvepiedras (no sé qué piedras podrán voltear allí) y algunas garzas reales, con su habitual aspecto enfadado, montan guardia dispuestas a arponear al primer pez que se les ponga a su alcance.


Charranes patinegros y otros.

Charrán patinegro.


Vuelvepiedras.

Charranes patinegros.
También hay algunos cormoranes de las dos especies (grande y moñudo) por la zona.


Gaviotas.
Vamos tirando continuamente chum, lo que empieza a atraer a las aves de los alrededores. Pronto vamos consiguiendo una buena “cola” de aves a popa del barco. Vemos gaviotas cabecinegras, sombrías (estas dos más reacias a formar parte de nuestro séquito), reidoras, patiamarillas y de Audouin (abundantes) que comparten el cielo con varios alcatraces con distintos plumajes de edad.


Alcatraz atlántico (varios plumajes).




Jana lanzando chum.


Gaviota cabecinegra.

Gaviota sombría.

Gaviota de Audouin.


A esta se le cayó la comida. Por las anillas sabemos que fue anillada de pollo en el PN de La Mata-Torrevieja el 21/06/2010. En 2012 fue vista en la costa de Málaga, y en 2013 y 2014 en Cartagena.
De repente, las gaviotas se alarman y empiezan a volar más juntas y alborotadas: aparece un págalo grande, más dispuesto a robarles algún trozo de comida que en molestarse en cogerla él mismo. Tiene varias plumas blancas en la zona de la cara, lo que nos permite distinguirlo de los otros que veremos más adelante.


Págalo grande.

Su aparición alarma a las gaviotas.
Lo cierto es que también hay gaviotas que parecen disfrutar más de quitarle un trozo de pescado a otra gaviota que en cogerlo del agua.



Págalo grande.




Descubrimos que las aves parecen sentirse más atraídas si la velocidad de la embarcación es un poco mayor a la que llevábamos hasta ese momento, de lo que tomamos nota para futuras salidas.


Sin dejar de prestar atención.





Las pardelas baleares hacen su aparición en pequeño número, pasando a toda velocidad hacia un lado y otro, como si quisieran saber de qué va todo ese gavioterío que llevamos detrás de nosotros. Al este de Tabarca localizamos un bando de más de un centenar de ellas, que se mueve y pasa muy cerca de nosotros.


Pardela balear.



El ir y venir de un costado a otro, en función de la aparición de las diversas aves se repite durante todo el trayecto.  Las cámaras no dejan de disparar aunque conseguir una foto decente es complicado entre la velocidad de las aves que complica el enfoque y el movimiento del barco (suave, pero movimiento) que tampoco ayuda. De sacar el horizonte “horizontal” ya ni lo pensamos. Y con la emoción, incluso alguien se lleva un pequeño coscorrón con un teleobjetivo demasiado grande y demasiado cercano que iba tras una foto. De todas formas, se sacan algunas buenas imágenes de las aves que nos acompañan. Bueno, realmente acompañan a nuestra comida, no a nosotros.


Págalo grande.


Miguel Ángel y José Julián en plena faena.

Alcatraz atlántico y gaviota patiamarilla.


Hay algo ahí.



Una mirada preliminar a las fotos obtenidas.

Charrán patinegro.


Rodeamos la zona protegida y prácticamente ya hemos agotado el chum aunque las aves siguen alimentándose de lo que ya hemos echado.
Grupo de pardelas baleares frente al faro de la isla de Nueva Tabarca.

Regresamos, cuatro horas después de haber salido, al puerto de Santa Pola, muy contentos de la actividad que ha resultado ser, otra vez, muy entretenida y divertida, con excelente compañía.




jueves, 26 de marzo de 2015

IES PLATJA SANT JOAN: SETMANA CULTURAL


Otro año más (y otra vez más, ha sido un placer) he colaborado con el IES Playa San Juan dentro sus semana cultural que en esta ocasión ha girado sobre la ciudad de Alicante.

Como “avanzadilla”, el 18 de febrero impartí un pequeño taller de fotografía con el título “Alicante, mi ciudad” donde traté de exponer unos pocos principios básicos de la fotografía e ideas para el concurso de fotografía matemática que se desarrollaría al mes siguiente y del que soy parte del jurado. Además de lo más elemental sobre composición, luz, color y demás facetas, les invité a que no se conformaran con hacer siempre las fotos de la misma manera: de pie, con la cámara a la altura de los ojos, en horizontal… Les propuse que buscaran ángulos y puntos de vista diferentes para conseguir eso, fotos diferentes.
Semanas después hicieron una salida por la ciudad para hacer las prácticas y, según la foto que mandan, parece que se tomaron en serio mi propuesta.


Otra de mis colaboraciones es la exposición “Els altres alacantins/Los otros alicantinos” en la que les presento a otros seres vivos que comparten la ciudad con nosotros. Aves, mamíferos, insectos y reptiles se reparten una treintena de fotos acompañadas por unos breves textos explicativos de cómo conviven con nosotros. Al pie de la foto, cada especie lleva su nombre en español, valenciano, inglés y francés, las lenguas que se imparten en el centro, además del nombre científico en latín.



Mi exposición.

Hoy, jueves 26 de marzo he dado una charla titulada “Alicante, mi ciudad, ayer y hoy” donde expongo una serie de fotos de Alicante que van desde el año 1898 hasta mediados del siglo XX y cómo es ahora ese mismo lugar. Las fotos antiguas son del Archivo Municipal de Alicante y las actuales las he ido haciendo estas semanas. Haciendo las posibles, claro, porque algunos lugares son totalmente irreconocibles en la actualidad.
Esta charla ha sido a continuación de la que ha impartido mi buen amigo Miguel Ángel Pérez Oca. La charla (doble) ha estado acompañada por imágenes que ilustran su último y reciente libro “Alicante, biografía de una ciudad”, de lectura muy recomendable para los que quieran conocer de forma amena y rigurosa la historia de esta ciudad.

Miguel Ángel, en plena charla.

He tenido otras colaboraciones, digamos, menores, pero que no por ello me satisfacen menos, como hacer las fotografías de varios monumentos de la ciudad para el trabajo con el que el instituto se presenta a un concurso del Ministerio de Defensa o contactar con diversas personas para que también han colaborado con esta semana cultural.

El personal docente se ha volcado con esta actividad y seguro que los alumnos han podido aprender muchas cosas que desconocían de Alicante y disfrutar de todas las actividades realizadas.