domingo, 6 de noviembre de 2016

PASEO POR HUMEDALES DEL SUR

  
Cernícalo vulgar.

Aprovechando un rato, ayer 5 de noviembre, por la tarde, di un paseo por algunas zonas húmedas del sur. 

La primera parada la hago en la Torre del Tamarit, donde varias gaviotas patiamarillas sestean al sol. Más adentro, observo un buen número de cormoranes grandes, flamencos, garzas reales, un par de garcetas grandes, zampullines comunes y cuellinegros, somormujos lavancos (podría haber unos 150-200 ex.), un par de archibebes claros y otras aves pero me quedo con la contemplación de 6 espátulas y de un águila pescadora que vuela lejana y que hace varios intentos de pesca hasta que consigue sacar un pez que brilla con los rayos del sol. Varias gaviotas de Audouin pasan en vuelo y acaban por posarse cerca.


Gaviota patiamarilla.

Panorámica de la zona.

Bonitas nubes. Luego aparecerían más.

Voy a las Salinas de El Pinet donde hay buen grupito de correlimos comunes alimentándose en la orilla. También algunos flamencos hacen lo mismo así como un archibebe común y, por lo menos, dos martines pescadores. Pasan unos pocos charranes patinegros camino de la playa y un alcaudón meridional imita varios cantos desde un tendido eléctrico. Al fondo de las salinas hay por lo menos 5 alcaravanes pero posiblemente hubieran más pero su camuflaje y la distancia no me dejan asegurarlo.


Correlimos común.

Jugando al corro de la patata.


Paso por Vistabella y un ratonero va explorando el terreno. Varias garcillas bueyeras y garcetas comunes caminan por los campos como hacen numerosas lavanderas blancas. Dos urracas graznan al paso de un águila calzada bastante clara y los estorninos vuelan en grupitos. Al menos tres cernícalos vulgares van patrullando la zona y uno de ellos lleva un saltamontes a medio comer entre sus garras. Varios aláudidos cantan por allí cerca y unos colirrojos tizones pasan veloces.

Cernícalo vulgar con saltamontes a medio comer.


Voy al centro de interpretación de El Hondo. Las fochas comunes y las gallinetas comparten la charca del centro. El martín pescador pasa como un misil azul en varias ocasiones mientras un pechiazul se deja ver sobre la vegetación. A pequeños saltitos se mueven los petirrojos y los gorriones comunes siguen con su búsqueda de comida en la zona más visitada por el público. A estas horas el lugar está bastante tranquilo y solo media docena de personas estamos por allí, casi todos pajareros.

Fochas y gallinetas.


3 aguiluchos laguneros vuelan sobre el carrizal y puede que hubiera alguno más. El Hondo es un lugar muy bueno para esta especie y recuerdo que hace años, junto a mi amigo Luis, fuimos a contar los que entraban a un dormidero y obtuvimos la cifra de 100 ex. Con tan redonda cantidad estuvimos esperando a que llegara alguno más para que pareciera que de verdad los habíamos contado y no que era a bulto (“unos cien”), lo que al final ocurrió. A estos de hoy no les parece bien que un águila calzada también campee por allí y empiezan a molestarla.

Las nubes iban coloreándose con el paso de la tarde.


Indiferentes a esas escaramuzas aéreas, un grupito de correlimos comunes y menudos corretean por una de las pequeñas charcas que aún quedan con algo de agua (es urgente que llueva), junto a una docena de chorlitejos chicos que parecen más rápidos en sus carreritas. En esa especie de prueba de atletismo para aves también participan algunas lavanderas blancas. Pasa un bando de ruidosas grajillas (más de 50 ex.) y se van hacia el interior de El Hondo.

En busca de pájaros.


Un calamón camina por el lecho seco de la charca. Se detiene un instante, me mira como calculando el peligro y sigue su andadura. Varios jilgueros pasan cantando y dejando ver la intensa franja amarilla de sus negras alas. También hay algunos verdecillos y pasa una decena de aviones roqueros.

Luz de tormenta.


Camino del observatorio del hacking de las fochas morunas, veo 4 golondrinas comunes en vuelo, algo llamativo ya en estas fechas. En la charca hay un solitario macho de malvasía cabeciblanca que quizás haya decidido esconderse allí de los tiros que resuenan en el aire. Varios cucharas comunes, azulones y zampullines nadan mientras que en las orillas, debajo de la vegetación de dejan ver las gallinetas. Entre esa vegetación canta un ruiseñor bastardo y varios mosquiteros comunes emiten brevemente su chifchaf.


Malvasía cabeciblanca.


El sol pasa por un agujero entre las nubes.


Una pequeña culebra cruza el camino pero es imposible llegar a verla con el tiempo suficiente como para poder identificarla porque yo estaba mirando a una tarabilla común que se había posado en uno de los postes del parque. También un conejo corretea por allí cerca.

Tarabilla común.


Desde el observatorio veo un buen grupo de flamencos (más de 200) con muchos jóvenes y algunos con anillas, de las que consigo leer nueve. También hay muchos correlimos comunes y algo menos de correlimos menudos. Entre ellos, hay dos correlimos de Temminck, así como media docena de avefrías europeas sobre una barra de tierra. Metidos entre los flamencos, cuento más de 75 tarros blancos. Unas cincuenta cigüeñuelas y (al menos) diez avocetas van y vienen por la charca en busca de comida. También hay dos chorlitos grises que se mueven entre los correlimos. A punto de irme, el canto delata la ubicación de un rascón que se deja ver unos segundos.

Flamencos.


Algunas de las anillas que pude leer.

Chorlito gris.

Entre los flamencos se ven algunos tarros blancos.


Un pequeño grupo de moritos pasa en vuelo. Al verlos a lo lejos pensé que podrían ser algunas de las grullas que están viendo estos días por aquí, pero me conformé con que fueran estas otras bellas aves.

Moritos.


El cielo se va oscureciendo y más con las grandes nubes que lo cubren esta tarde. Voy hacia el coche pero mi presencia ha sido descubierta por algunos hambrientos mosquitos que se lanzan inmisericordemente a por mí (el antimosquitos estaba en el coche, aplicando la ley de Murphy) pero eso no evita que aún pueda ver pasar a un ratonero que parece no querer dormir muy lejos.

Últimas luces.


Un buen paseo, breve, pero intenso de aves y de tranquilidad.


Moritos.

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