jueves, 27 de septiembre de 2018

VIENTO Y AVES EN EL HONDO



Cerceta pardilla (este ejemplar lleva un emisor GPS).

Tarde del pasado día 26 con mucho viento en El Hondo. Las aves se muestras más esquivas y se hace más difícil reconocer a las más pequeñas por lo fugaz de su visión. Y si nos referimos a libélulas o mariposas es casi misión imposible, lo que se hace más desesperante por la abundancia de varias especies de libélulas y de la preciosa Danaus chrysippus.

Danaus chrysippus.

Y si quieres hacer alguna foto con esas condiciones, eso ya es jugar a la lotería (y que te toque) aunque, a base de insistir y apretar mucho el disparador, alguna imagen se consigue, aunque me quedo con las ganas de poder hacer una a un ejemplar de Danaus chrysipus alcippus que vuela cerca pero sin parar.

Garceta grande.

En el centro de interpretación puedo fotografiar una gitanilla (seguramente Utethesia pulchella) guarecida a sotavento de la edificación.


Animadas por el viento, 5 espátulas pasan volando hacia el este, con dirección sur. Puede que hubiera alguna más pero no las veo porque no van muy altas y la vegetación las tapa. Hay por los alrededores un mínimo de 3 garcetas grandes, acompañadas de 3 moritos, 1 garcilla cangrejera, 1 avetorillo y 1 martinete, además de garcetas comunes, fochas comunes y morunas (de estas, 1 con collar y 5 sin él) además de otra aves.

Azulones.


Garceta común.

Calamones.

En El Rincón un grupito de 101… no, dálmatas, no, flamencos, muchos juveniles. Puedo leer las anillas XPVA, JXFX, APZJ y 2JNX que he remitido a la Estación Biológica de Doñana sin que tenga por ahora más datos (estás bastante tardones estos chic@s últimamente) y puede que hubiera alguna más que pillé por el lado del cierre.

Flamencos.


Garceta común.

De vuelta hacia el centro de información pasa en vuelo una preciosa águila pescadora. El viento la retiene y es una delicia observar cómo está aguzando la vista en busca de la merienda.

Águila pescadora.

De entre la vegetación salen dos colirrojos reales, que parecen estar en pleno paso estos días. Veo algunos pajarillos más pero el viento los convierte en imágenes de centésimas de segundo. Y de la velocidad de vuelo de los 3 martines pescadores que veo, ya ni hablamos.

Durante todo el tiempo que estoy hay un paso intermitente de golondrinas comunes y algún que otro avión común.

Fochas comunes y garceta grande.

Garceta grande.

De vuelta a resguardo del viento, en la charca del centro de interpretación se pasean 4 calamones mientras que varias fochas andan a lo suyo. De detrás de un montón de carrizo aparece una cerceta pardilla a la que consigo identificar como una vieja conocida. Es P9, la pardilla que lleva esa anilla y un emisor GPS en la espalda. Parece que hace unos días que no emitía. Pues ahí estaba, paseándose con la mochila a la espalda como Dora la exploradora entre fochas, calamones, azulones y gallinetas.

Cerceta pardilla haciendo ejercicio.




Calamones.
A despertar a la pata.
Vamos a ello.


Recojo los trastos y para casa.

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