Los Cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) son unos pequeños
halcones que se atreven a convivir con nosotros en las ciudades. Cerca de mi
casa hay dos o tres parejas que anidan y a menudo se dejan ver volando entre
los edificios, cazando o descansando en las fachadas y tejados.
Una actividad curiosa que he
observado varias veces es su afán por capturar algún Avión roquero. Éstos aprovechan
las fachadas orientadas al sol para descansar bien calentitos. La técnica del
Cernícalo es volar muy pegado a otra fachada y aparecer de repente en la que
están los Aviones descansando para sorprenderlos quietos o en los primeros
momentos de intentar escapar, cuando su velocidad y reacción es más lenta que
la de la falconiforme.
A veces, antes de salir de caza, los Cernícalos se paran en una cornisa y andan por ella para asomarse para comprobar si hay algún Avión desprevenido.
Asomándose para comprobar si hay alguna presa.
Pues no, hoy no hay nada.
Otras veces prueban con pequeños
murciélagos pero también resultan una presa esquiva, así que suelen fijarse más
en pequeños roedores e insectos, más sencillas de capturar.
Verlos volar entre los
edificios siempre es una delicia.
Gracias por permitirme participar en el blog,un saludo desde Cái.
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