miércoles, 27 de agosto de 2014

ELS ARCS


Visita rápida a este paraje, cercano a Castell de Castells, con la idea de hacer un reconocimiento previo y regresar más adelante, cuando el día acorte y haga más fresco y entonces probar a hacer algunas fotos nocturnas


La mañana es calurosa y apenas hay sombras donde descansar. De todas formas, el itinerario es breve y apenas exige algún esfuerzo. Además, el canto continuo de un grupo de unos 300 abejarucos me acompaña todo el tiempo que estado en la zona. Las aves están concentradas, esperando a partir para sus cuarteles de invierno. También hay cerca algunos grupos de golondrinas dáuricas y, más abajo, en un pequeño puente de la carretera, se había reunido una veintena de golondrinas comunes.

Algunos de los 300 abejarucos.

El cielo también me ofrece la oportunidad de disfrutar del vuelo de una pareja de águilas reales que, después de ciclear perezosamente durante un rato, se deciden a desaparecer del paisaje, rebasando la montaña. Es un siempre un verdadero disfrute ver a estas magníficas aves.

Águila real. La foto es testimonial pero es que no hay otra cosa entre la cámara que llevaba y la distancia
  
Insecto.
En el suelo, numerosos insectos y algunas lagartijas aparecen y desaparecen activados por el calor. Apenas dejan unos segundos para poderlos ver y no llegan al tiempo mínimo para conseguir una foto aceptable, ya ni hablamos de algo presentable. Por los arbustos se dejan ver currucas cabecinegras, currucas carrasqueñas, colirrojos tizones, etc. y entre las peñas resuenan los maullidos de las chovas piquirrojas, cada vez más escasas y recónditas.



Entre el cielo y el suelo aparecen numerosas libélulas que también están de migración. Como con los otros insectos, la temperatura las mantiene muy activas y apenas son más que una visión fugaz en vuelo que cruza por delante de mí.

Sympetrum fonscolombii

Els Arcs se muestras al final del sendero. Son dos arcos naturales formados por la erosión en la roca de la montaña. Una formación natural espectacular, que parece imposible que la fuerza de los elementos hayan podido crear sin la intervención humana. Sorprendentes. 

Panorámica corta de Els Arcs.




Unos minutos de descanso bajo Els Arcs y regreso por el mismo sendero. Un cernícalo vulgar patrulla unos lejanos bancales mientras las lavandas, manzanillas, tomillos y otras plantas inundan el aire cálido y espeso con olores a monte.

Lavanda.

Enebro.

Una pareja de collalbas negras andan a sus cosas por las piedras, debajo de las peñas. Su canto me llega claro y apenas sobresale por encima del de los abejarucos.

Ninfas de Codophila varia (gracias, Juanito Alcázar por la identificación).


No tardaré en volver por aquí.

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