El 1 de septiembre se conmemora una jornada dedicada a los buitres, las aves carroñeras que eliminan los restos de animales muertos y evitan así las epidemias en la naturaleza. En el mundo existen 22 especies repartidas por todos los continentes, excepto por las regiones polares y Oceanía.
El mayor de ellos es el
Cóndor Andino (Vultur gryphus), con una
envergadura alar superior a los tres metros y veinte centímetros y un peso que
puede oscilar entre los 8 y 15 kg mientras que su “pariente del norte”, el
Cóndor Californiano (Gymnogyps
californianus) es uno de los seres vivos más escasos y amenazados del
mundo. De hecho, en 1982 sólo quedaban 21 ejemplares en libertad.
En España tenemos la fortuna
de seguir disfrutando de buenas poblaciones de buitres (como la del refugio de Rapaces de Montejo -ver-), a pesar de que
se está volviendo a observar una disminución en el número de ejemplares. Los
buitres “españoles” que podemos ver son el Buitre Leonado (Gyps fulvus), el Buitre Negro (Aegypius
monachus), el Quebrantahuesos (Gypaetus
barbatus) y el Alimoche Común (Neophron
percnopterus), este sólo en verano, cuando llega desde África para anidar.
De forma irregular también se observa algún ejemplar de Buitre Moteado (Gyps rueppellii) especialmente en el
Estrecho de Gibraltar, durante los pasos migratorios, aunque también ha visitado otros lugares como las tierras alicantinas.
En Alcoy, el Projecte Canyet, que se inició en el
año 2000, ha conseguido recuperar una
colonia de Buitres Leonados desaparecida hace muchos años. En la actualidad, la
colonia tiene más de 80 “vecinos”.
Estas aves son auténticos sanitarios
del medio ambiente. Las actuales políticas de retirada de cadáveres de animales
ha puesto (otra vez) su futuro en peligro. Por un lado, las autoridades decretan
leyes para su supervivencia y, por otro lado, otras directivas que comprometen
su alimentación.
Muy completa la entrada, como siempre. Una pena que estas majestuosas aves sean siempre asociadas a términos negativos, como a los políticos, banqueros, chorizos y vividores varios.
ResponderEliminarUna pena, no se merecen semejante castigo. Nadie que haya visto su majestuoso planeo, o despegar cerca a un buitre leonado, puede dejar de admirar a estas aves.
Un saludo.
Estuve tentado de hacer alguna asociación de ese tipo pero, como bien dices, estas aves no se lo merecen. Al contrario de toda esa gentuza, hacen un trabajo fundamental para su entorno y se les echa en falta en los lugares donde no abundan. Y nos dejan boquiabiertos con su facilidad para el vuelo, para colgarse de un cielo sin esfuerzo.
EliminarComo no, completa descripcion, referente a comentario anterior,sobre comparandolos con politicos......que nos perdonen los buitres por relacionarlos con esta g....za.
ResponderEliminarLa pena es que los comparamos con lo políticos cuando los buitres son (como sabes) unos seres magníficos y que realizan un trabajo fundamental, no como los políticos.
EliminarEs una pena que la supervivencia de una especie dependa de una política eficaz ... estamos tan escasos de políticos eficaces!! ... me uno a los comentarios anteriores y entono el mea culpa, muy desafortunado relacionar a los fantásticos buitres con ese atajo de "##@∞´¬&##"
ResponderEliminarDesgraciadamente, quienes deben decidir sobre el futuro de los buitres (y de todo lo demás)no cuentan con la fascinación que sí nos producen estas grandes aves, ni hacen un trabajo tan bueno como ellas.
EliminarEstas aves son magníficas, imprescindibles y vitales, todo lo contrario de ese atajo de "##@∞´¬&##"