viernes, 23 de febrero de 2018

CUANDO (Y DÓNDE) MENOS TE LO ESPERAS, SALTA EL BILISTADO




La tarde del pasado día 21 no invitaba mucho a dar una vuelta “a ver pájaros” pero aun así cogí los bártulos y me fui al cercano parque de La Marjal. La primera sorpresa es la presencia de dos patos mudos o criollos que son los nuevos vecinos del parque. Es una especie escapada de cautividad y que es originaria de Americe del Sur.


También hay mucho movimiento de currucas cabecinegras y capirotadas. Los petirrojos se dejan ver continuamente y en el cielo, encima de la laguna, vuela medio centenar de aviones roqueros. Los mosquiteros comunes están muy activos detrás de la comida, preparando su cuerpo para poder hacer la migración a tierras septentrionales, es decir, acumulando grasa que transformarán en energía para ese viaje.


Mosquitero común.

Curruca capirotada

Lavandera blanca.

Un buen grupo de verdecillos se alimenta de semillas, acompañados de su primo XXL, el verderón común, y algunos pinzones comunes se suman también. Varios mirlos comunes pareen querer sumarse al festín granívoro pero recelan de mi presencia o quizás de un alcaudón meridional que pasa volando en dirección al otro parque.

Pinzón vulgar


Verdecillo común

Urracas.

En una de las zonas de césped, las gallinetas comunes pastan y parece que tienen éxito en la consecución de comida porque no abandonan la zona hasta pasado un buen rato.

Gallinetas comunes.

Zampullín común.


Focha común.

El tiempo cada vez se pone peor y hace bastante frío por lo que decido ir para casa. Al rato ya tengo pasadas las fotos y algunos cortes de vídeo que he hecho y uno de éstos se lo mando a mi amiga Jana Marco para que vea varias cosas. La sorpresa es que ella (¡eres una crack!) descubre que en esas imágenes se escucha un canto un par de veces y que corresponde a un mosquitero bilistado, especie rara en nuestra latitud y que ya habíamos buscado en otras fechas, sin éxito. Una sorpresa mayúscula, casi más por la forma de detectar de la presencia que por la propia ave.



Como no podía ser de otra manera, al día siguiente, Miguel Ángel, Jana y yo recorremos el parque en busca del bilistado pero nos quedamos sin verlo a pesar de que lo recorremos en toda su extensión y muy a fondo.

De todas formas, pasamos un estupendo rato en el que podemos ver y disfrutar de otras muchas otras especies. Nos quedamos con la sensación de que el parque sigue siendo un punto muy recomendable para observar aves (llevamos 80 con el bilistado -ver-) y  que cuenta con el valor añadido de su proximidad a la ciudad.

Gorrión común

Ahora nos queda la espinita de ver allí al bilistado.

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