Avocetas.
Nueva visita a las Salinas de
El Pinet. Hace calor esta mañana de domingo y la brisa del mar apenas llega a
sobrepasar las dunas.
Después de dar un primer vistazo
al primer tramo, donde las avocetas
son las estrellas, continuo hacia el interior. Los charrancitos ya comienzan a ir y venir a la mar a por comida. Las gaviotas picofinas ya tienen pollitos y
las que no están protegiéndolos siguen incubando. Otras llevan plumas (muchas
de flamenco) para retocar los nidos.
Gaviotas picofinas (con pollo).
Un grupito de flamencos está repartido por la salina.
Leo dos anillas 9AAL y XTJL (éste ya lo había visto otras veces). Varios de
ellos descansan con la pata plegadas bajo el sol que aprieta.
La turbidez del aire debida al
calor y la distancia no me dejan asegurarme de algunas anillas de picofina.
Cuando llega la brisa, el aire deja de vibrar pero no puedo leerlas. Otra vez
será.
Miro, remiro y remiro todos
los “charranes” hasta que, a punto de desistir localizo al CHARRÁN ROSADO.
¡BIMBO!
Y, como pasa casi siempre,
cuando estaba a punto de hacerle una foto, sus colegas deciden cambiarse de
isleta y él les acompaña como si no quisiera quedarse solo.
Me acerco a su lugar de
destino pero sospecho que se ha quedado en la orilla opuesta y allí no lo puedo
ver. En fin… De todas formas, he podido observarlo muy bien, después de varios
intentos en las últimas semanas.
Con ellos se fue el rosado :(
Un alcaudón meridional grita de un modo que no había escuchado y pasa
a toda velocidad entre los pinos, no sé si persiguiendo a alguna presa tratando de convertirse él en una de ellas
para otra ave.
Muy pocas cigüeñuelas a la vista. También un par de chorlitejos patinegros corretean entre los charranes y las
picofinas.
En la playa ondean las
banderas rojas y la de presencia de medusas. Los recientes varamiento de
carabela portuguesa obligan a prohibir el baño.
Cervecita para recuperar líquidos
y regreso a casa.
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