jueves, 24 de mayo de 2012

25 DE MAYO DE 1938


"Cómo disfrutan en un bando y en otro los asesinos". Mario Benedetti.





ALICANTE, 25 de Mayo de 1938. Hace apenas una hora, alrededor de las once de la mañana, una escuadrilla de aviones italianos Savoia SM-79 Sparviero, apoyando al ejército sublevado fascista, ha bombardeado deliberadamente el centro de la ciudad, siendo especialmente intensas las explosiones en los alrededores del mercado central. Hay centenares de muertos y heridos.

Las primeras noticias indican que no sonaron las sirenas de alerta por lo que muchos ciudadanos que se encontraban haciendo sus compras en el mercado central han resultado sorprendidos en las calles y no han podido alcanzar los refugios. De hecho, las primeras noticias apuntan a que se han producido centenares de muertos y heridos, aunque reina la confusión y el dolor en la ciudad, de la que se observan salir varias columnas de humo y no es posible precisar mucho más. No hay nada claro sobre si las defensas antiaéreas han respondido al ataque fascista, por lo que es posible que los aviones agresores (que volaban a no mucha altura) hayan podido salir indemnes y regresar a sus bases en Baleares. Desde el aeródromo de Rabasa se ha informado que hoy no había ningún caza, ni en las pistas ni en vuelo.


Recientes informaciones hablan de escenas dantescas en los aledaños del mercado central de Alicante. “Había mucha gente comprando a esas horas, ha sido una masacre”, “La sangre bajaba como un río” han declarado algunos testigos que siguen asustados y que han sobrevivido a las noventa bombas caídas por tener la fortuna de llegar a tiempo a un refugio. Los heridos son trasladados todo lo deprisa posible para tratar de salvar sus vidas como se puede, en vehículos, caballerías o en las propias carretillas del mercado, mientras que los cadáveres se amontonan para ser llevados al cementerio municipal en tal número que es imposible caminar por algunas calles.


>>Ampliación de la noticia. Los primeros datos ofrecidos por las autoridades señalan más de 300 muertos, mientras que los heridos superan ampliamente el millar.



Montaje con fotos actuales.

Cartel que preparé para la obra de teatro "25 de Mayo: la tragedia olvidada" basada en la novela homónima de mi amigo Miguel Ángel Pérez Oca y que se interpretó en el Club Información en 2009.




Más información:



viernes, 18 de mayo de 2012

"THE COVE" Y SALVEMOS (DE UNA PU#A VEZ) A LAS BALLENAS




Hace poco encontré en el Facebook el anuncio de que en TV3 se iba a emitir el documental “The Cove” del que ya había oído hablar anteriormente. “Gracias” al gobierno de Camps, la Generalitat Valenciana impidió hace unos años que en la Comunidad Valenciana se pudieran ver las televisiones catalanas, incluso si eso era posible gracias a los repetidores instalados por asociaciones como Acció Cultural del País Valencià que habían permitido ver la televisión de Cataluña durante más de 11 años hasta que se ordenó judicialmente el apagado de todos los repetidores. En mi TDT no está la TV3, pero sí es posible seguir sus programas por internet en directo, así que me senté delante del ordenador y lo vi.

“The Cove” (La Cala) es un documental que me impresionó muchísimo y que recomiendo sinceramente a todos que lo veáis (nota al final). No recuerdo haber visto otro que me haya llegado tanto a la fibra sensible cómo este. Realizado en 2009, muestra la masacre anual de delfines en Taiji (Japón). Allí, miles de delfines (se asegura que 23.000) mueren por medio de lanzas y cuchillos tras haber sido desviados de su ruta migratoria mediante ruidos y redes y conducidos a una cala oculta a la visión del público donde se les mata de forma cruel. Esta vergonzosa actividad era desconocida por el pueblo japonés y, por supuesto, más todavía fuera de sus fronteras.

 Esta es la vergüenza que los pescadores querían mantener oculta en Taiji. Los delfines son masacrados sin compasión alguna. Foto Sea Shepherd


Observad el agua enrojecida por la sangre de los delfines ¿esto es justificable de alguna manera? Foto Sea Shepherd

Unos pocos delfines son vendidos (por unos 150.000 $) a los parques de atracciones de todo el mundo pero el resto acaban convertidos en alimento para el público, a pesar de los elevados niveles de mercurio que contienen y que superan ampliamente los límites legales.

Unos cuantos delfines son capturados vivos para ser vendidos a parques. Foto Mathieu Hagmann/Sea Shepherd.

Con mucho riesgo personal y dificultades de todo tipo, el director Louie Psihoyos (ex fotógrafo de National Geographic) y Ric O’Barry (entrenador de Flipper, el famoso delfín de la serie de TV), junto a un equipo de colaboradores, consiguieron obtener de forma impecable y por primera vez imágenes impactantes de lo que ocurre en Taiji y denunciar públicamente estos hechos tan deleznables. Como digo, fue una tarea peligrosa por el continuo acoso de la policía y de los pescadores que no deseaban que aquella masacre en un pueblo lleno de estatuas y figuras dedicadas a los delfines y a las ballenas fuera expuesta al público.

Ante la gran difusión e impacto de “The Cove” los pescadores japoneses han incrementado la presión sobre los observadores. También han colocado toldos para tratar de impedir que la matanza de delfines pueda ser observada. Es tal la magnitud de la masacre que no pueden evitar que salga parte del agua ensangrentada. Foto Christoph Heylen/Sea Shepherd

“The Cove” recibió un Óscar en 2010 y el Premio de la Audiencia en Sundance (de entre 879 aspirantes) en 2009.

Pienso en que las campañas contra la caza de los cetáceos son una de las más antiguas que recuerdo. Una pegatina en blanco y azul, una chapa… y el lema “Salvemos las ballenas” siguen almacenadas en mi memoria. En los telediarios de las entonces dos únicas cadenas de televisión (“la primera” y el “UHF”) aparecían las primeras acciones contra los buques balleneros realizadas mediante lanchas neumáticas que se interponían entre el arpón y la ballena, con los activistas de Greenpeace y, en la actualidad, de Sea Shepherd Conservation Society. Las dos únicas embarcaciones españolas que aún se dedicaban en 1980 a la caza de ballenas se hundían tras sendas explosiones. En Londres se organizó una gran concentración para exigir la moratoria internacional de caza de ballenas, que tardaría hasta 1986 en llegar, promulgada por la Comisión Ballenera Internacional (International Whaling Commission–IWC) aunque unos pocos países se atribuyeron el derecho a seguir capturando a estos animales con “fines científicos” como Perú, Noruega, Unión Soviética y, el más activo, Japón, quién se asigna unilateralmente las cuotas de capturas.

De forma absurda, los delfines y otros cetáceos menores quedaron fuera de la moratoria y pueden ser cazados incluso con artes que les ocasionan unas muertes atroces (a lanzazos y cuchilladas) tras una larga y dolorosa agonía, como en el caso de Taiji, desvelado en “The Cove”.

Han pasado muchos años y las presiones de Japón para que se legalice la captura de ballenas con fines comerciales se intensifican cada vez que se reúne el IWC. Para ello no dudan en “inyectar” dinero en pequeños países con derecho a voto (¡incluso en aquellos que no tienen costa marina!) para que les apoyen a seguir matando ballenas, en una absurda demostración de su “labor científica” (que ya dura ¡25 años!) cuya excusa es la investigación de la alimentación de los cetáceos, algo que ya es bien conocido y para lo que no haría falta sacrificar tantas ballenas ni durante tanto tiempo. Todo el mundo sabe que es una tapadera destinada a surtir los supermercados nipones de carne de ballena pero nadie actúa efectivamente… o casi nadie.

Los tres buques de Sea Shepherd (Bob Barker, Steve Irwin y Gojira) son sobrevolados por su helicóptero Nancy Burnet. Foto Sam Sielen/Sea Shepherd

La caza de ballenas por Japón y la ineficacia del ICW para que la moratoria sea efectiva y total sólo pueden ser detenidas por una actitud firme y directa. Estrecharse las manos y decir buenas palabras no está evitando que los arpones japoneses maten ballenas. Que las ballenas, los delfines y, por extensión, el medio marino (y nosotros) sobrevivan depende de detener, no sobre el papel, sino efectivamente, esas matanzas, como lo hace Sea Shepherd.

Por ejemplo, Japón determinó (por su cuenta) que su cuota de capturas para la temporada 2011-2012 era de 1035 ballenas (935 rorcuales aliblancos, 50 rorcuales comunes y 50 ballenas jorobadas). La presión de los tres buques de Sea Shepherd, en la campaña Divine Wind (el significado de kamikaze en japonés) en la que persiguieron durante 17.000 millas a la flota ballenera nipona y utilizaron un drone (un pequeño avión no tripulado) para encontrarla, hizo que Japón sólo pudiera capturar 267 ballenas, salvándose 768 de ser convertidas en comida. Desde el año 2005, esta organización ha impedido la caza de 3.680 ballenas y se supone que hasta esta última campaña, ha ocasionado 200 millones de dólares en pérdidas a la industria ballenera japonesa y Japón ha tenido que invertir 30 millones más en medidas para evitar las acciones de la flotilla de Sea Shepherd y que, además, fueron tomados de las ayudas internacionales para paliar los efectos del tsunami del 11 de marzo de 2011.

El Steve Irwin rodea al ballenero japonés Yushin Maru para impedirle cazar ballenas en el Santuario Antártico. Foto Billy Danger/Sea Shepherd

La proa del ballenero Yushin Maru 3 aparece manchada de pintura roja (representando la sangre de las ballenas) arrojada por los miembros de Sea Shepherd como protesta ante la caza de ballenas. Foto Billy Danger/Sea Shepherd

Eso son más ballenas en los mares. Son actos que permiten que esos animales no sean cazados con pretextos absurdos en una zona (el Antártico) considerada como un santuario para los cetáceos. Los organismos internacionales para la conservación de las ballenas se muestran con una gran incapacidad para asegurar el futuro de esos animales y prueba de ello son los países que alegan motivos infundados para cazar ballenas y la presión que esos países están ejerciendo para ver justificada su actividad. Y mientras eso se debate en los salones, otras muchas más personas quieren salvar a las ballenas. Y eso se consigue impidiendo la caza, obstaculizando a los buques balleneros como hace Sea Shepherd.

Y lo verdaderamente importante es que esos animales siguen vivos. Eso es lo que salva de verdad a las ballenas, a los demás cetáceos, a toda la vida marina y a la terrestre. Las discusiones y congresos no lo han conseguido así que tiene que salir alguien y decir que salvad a las ballenas no puede ser sólo un lema, tiene que ser una realidad y actuar en consecuencia para hacer lo que los representantes gubernamentales y las autoridades son incapaces de hacer, por ineficacia o por indolencia. 

Que éstos no se enteran que cuando decíamos (y decimos) "salvad a las ballenas" queríamos eso: salvar a las ballenas y no andar perdiendo el tiempo en congresos y tonterías.

Interponiéndose al ballenero con lanchas rápidas para impedir su actividad. Foto Gary Stokes/Sea Shepherd

El capitán Paul Watson y la tripulación del Farley Mowat en Melbourne. Foto Sea Shepherd

Pero ¿cómo es posible que en el siglo XXI sigamos siendo capaces de tolerar estas actuaciones? ¿Cómo es justificable la masacre de unos animales tan inteligentes que siempre han sido amistosos compañeros de navegantes? ¿Cómo podemos permitir después de tanto tiempo que se sigan cazando delfines y ballenas?

Toda la vida escuchando “Salvad a las ballenas”. Hay temas en los que no avanzamos, al contrario, retrocedemos. Y este es uno de ellos.

Menos mal que no podemos perder la esperanza, porque nos va la vida en ello.





Nota: Las imágenes que ilustran este artículo se publican bajo la autorización y condiciones de Sea Shepherd a quien agradezco su colaboración. Ánimo y adelante.








Es posible ver “The Cove” en español en http://www.youtube.com/watch?v=C_3ibYzIejY (ha sido retirado) y en VOS en http://www.teledocumentales.com/the-cove-subtitulad/





AYUDA URGENTE
El capitán Paul Watson, fundador de Sea Shepherd, se encuentra en estos momentos detenido en Alemania pendiente de ser extraditado a Costa Rica por haber impedido la pesca de tiburones que eran capturados, cortadas sus aletas para el consumo en Oriente y devueltos a la mar, donde morían ahogándose al no poder nadar. Más de 100 millones de tiburones son capturados al año en todo el mundo para ese fin y por esos medios (ver)
Si es extraditado a ese país que tanto se vanagloria de su biodiversidad, Paul Watson ha declarado que cree que no sobrevivirá en sus cárceles hasta llegar al juicio. 
Ayuda a pedir su liberación en el banner del inicio de la página.

Actualización: El capitán Watson está de nuevo en libertad.




Video en Youtube (atención minuto 1:50) que recoge las acciones globales para pedir la libertad de Paul Watson.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=rVCXRIlhKM0




►►ACTUALIZACIÓN
Con este motivo, hoy 23 de Mayo de 2012, hemos entregado al cónsul honorario alemán en Alicante un escrito pidiendo que se anule la extradición solicitada por Costa Rica, dentro de los actos globales que se han convocado para pedir la libertad de Paul Watson.



Actualización: El capitán Watson está de nuevo en libertad.




lunes, 14 de mayo de 2012

TRAGEDIA EN LA CASA DE LA REINA DEL BOSQUE



Hace unos días fui con mi amigo Toni a echar un vistazo a un nido de Águila perdicera. Si hay un ave a la que podiéramos llamar “la reina del bosque mediterráneo” sería ésta. El Águila perdicera (Hieraaetus fasciatus) es una rapaz de unos 2 kg de peso y que vive principalmente en Levante, Andalucía y Extremadura. La población europea (concentrada en el Mediterráneo) es de un millar de parejas, de las cuales 733-768 parejas se encuentran en España. En la provincia de Alicante hay unas 15 parejas, habiendo disminuido mucho en la última década por persecución directa (disparos, venenos), alteración del hábitat y molestias. Es una especie considerada como “En Peligro de Extinción”.

La relación con la pareja que usa este nido es muy antigua, aún más que mi amistad con Toni. La parejas de perdiceras ya no debe estar compuesta por los mismos miembros que hace más de 25 años pero, de una forma u otra, han ido ocupando el mismo territorio en el que mantienen varios nidos y que cada vez, al llegar la época reproductora, deciden usar uno de ellos, dejando los demás para otras ocasiones. Incluso, cosa poco común en esta especie, tienen uno en un árbol en lugar de un cortado como es más frecuente.

Águila perdicera

Como no podía ser de otra manera, los naturalistas somos extremadamente cuidadosos para no molestar a las aves cuando están en sus nidos. Y Toni y yo, más. Vestidos con ropa de colores miméticos y tras comprobar que ninguno de los padres estaban en el nido o vigilando desde una atalaya o desde el cielo, nos colocamos a una distancia más que prudente e inmediatamente nos envolvimos con cada telescopio en sendas redes de camuflaje suficientemente grandes para darnos dos vueltas (la mía era del tamaño requerido para tapar un tanque y como, evidentemente, era excesivo en extremo, la dividí en dos cuando la compré) con lo que nos “transformamos” en un par de arbustos aparecidos repentinamente.

No veo nada, en el nido no se ve nada que se mueva. Parece vacío pero en estas fechas es imposible que los pollos ya hayan volado.

Las redes nos han convertido en elementos más de aquel gran escenario natural. Un Papamoscas gris se queda en una rama a menos de un metro de mí y mira con desconcierto a aquel arbusto con ojos que, a su vez, le mira, hasta que se aburre de pensar qué podía ser aquello y se va. Luego llega una pareja de Carboneros garrapinos que siguen la misma conducta del anterior pajarillo. Unos Carboneros comunes cantan en la cercanía. En el peñasco donde está el nido hay una pareja de Roqueros solitarios que nos dan todo un recital de canto, como si aquella gran roca fuera un gran auditorio y, de vez en cuando, los rayos del sol del atardecer arrancan del plumaje del macho intensos y metálicos brillos azules. De repente se quedan quietos y comprobamos que el motivo es una ardilla que corretea por encima de los grandes bloques que coronan el cortado. Este mamífero ha aparecido de forma explosiva en Alicante y ha pasado de ser inexistente (ni había nombre en valencià para ellas en esta zona) a abundante. De hecho, mientras caminábamos hasta nuestro punto de emplazamiento encontramos no pocos restos de piñas roídas por las ardillas.


Naturalista oculto por una red mimética

Al cabo de un rato parece que aparte de las manchas blancas en la pared, fruto de las deyecciones de las aves, hay algo más. Pero no estoy seguro. Es algo blanco pero no puedo distinguir mucho más aunque la brisa mueve una especie de pelusa de ese mismo color. Ya han pasando muchos minutos y no hay ningún movimiento a no ser el de muchas moscas en el nido. ¿Porqué hay tantas moscas? Mejor no pensar en la causa y su relación con que no se mueva nada en el nido.

En un lugar indefinido y lejano resuena el canto del Búho real, apagado por el relincho del Pito real y coreado por los chillidos de veloces Vencejos comunes que parecen participar en una alocada carrera aérea aparentemente sin sentido.

Pero en el nido no ocurre nada, al contrario que la última vez que estuvimos aquí, en 2007, cuando dos pollos esperaban erguidos la llegada de unos adultos con una presa. Se la depositó en la plataforma y estuvo con su prole unos minutos hasta que les dejó con la “merienda” y volvió a desaparecer en el cielo.

Ha pasado casi hora y media y la luz ha comenzado a caer. Hay que desmontar todo e irnos pero estamos intrigados con lo que pasa allí. No hemos visto el pollo (o los pollos, la puesta es de uno o dos huevos) ni, lo que es peor, a los padres. Éstos ni han ido al ido al nido a dar de comer a la prole ni han aparecido en vuelo. Y hay muchas moscas.

Cogemos uno de los telescopios y rápidamente ganamos un poco más de altura a fin de tener un mejor ángulo que nos permita ver en el interior del nido. Más que intrigados ya estamos preocupados.

Todo lo rápido que puedo monto el telescopio, oculto tras unos arbustos y miro. Hay un pollo, casi totalmente cubierto de blanco plumón, tendido inerte en el nido. Está muerto. La brisa mueve ligeramente el suave plumón pero eso es lo único que tiene movimiento.

Fue como si nos hubieran tirado un jarro de agua fría.

Abandonamos la zona. Cuando conseguimos llegar a un área con cobertura, hablamos con el personal encargado de la especie. Al día siguiente irían a retirar el pollo muerto para que los servicios veterinarios traten de determinar las causas. Pueden ser naturales pero también (no sería la primera vez para esta pareja de águilas) pueden ser por ingestión de cebos envenenados, colocados intencionadamente (e ilegalmente, es un delito por el que se pueden cerrar cotos de caza e ir a la cárcel) por personas que obtusamente creen que esta ave compite deslealmente con ellos al matar para comer y sobrevivir lo que ellos quieren matar con sus escopetas sólo para divertirse. No podemos saber qué ha ocurrido pero que la Comunidad Valenciana sea la autonomía en que hay más casos de envenenamiento de esta especie de rapaz no resulta nada tranquilizador.

Recuerdo que el informe “La lucha contra el veneno en España” (WWF España, 2011) dice, refiriéndose a la Comunidad Valenciana: “La administración ambiental no trabaja en prevención, detección y persecución de este uso ilegal y por ello lo que se detecta es solo una muy pequeña fracción de la realidad. Además, la Dirección General de Gestión del Medio Natural no está facilitando la información que se le viene solicitando sobre casos de envenenamiento”. 


Preocupante.

Pero aún es peor todo esta situación: no hemos visto a los padres. No es nada tranquilizador. Mientras hablamos por teléfono explicando lo que hemos visto, pensamos qué habrá sido de ellos.

¿Seguirá viva la pareja? Hace dos o tres semanas estuve en la zona de campeo de esta pareja y tampoco la vi.

Unos días después nos informan de que los dos pollos han muerto por envenenamiento, como ya sospechábamos todos. De hecho, la Conselleria había puesto en marcha desde el principio los protocolos para casos de envenenamiento de fauna silvestre ante esa posibilidad y que permiten seguir procedimientos para identificar a los autores y llevarlos ante la justicia por la vía penal. En la necropsia y pruebas efectuadas a los dos pollos aparecen restos de plumas y huesos de paloma y unos pequeños granos esféricos que ya habían sido  detectados en los primeros exámenes con rayos X y que han resultado ser veneno. Con toda seguridad, se empleó una paloma como cebo envenenado.

Una vez más, la actuación al margen de la ley por parte de ciertas personas, pone en peligro la supervivencia de especies amenazadas y tira por tierra la labor de conservación que se lleva para evitar que la destrucción de nuestra riqueza biológica. Sólo la actuación judicial contra estos delincuentes puede frenar la caída en picado de las poblaciones de estas especies.

Me llevaré una gran alegría cuando vuelva a ver a la pareja y mayor aún cuando vuelvan a anidar el año próximo y si sale adelante la puesta ya será la alegría suprema. Espero que así sea.



Nota: Por razones de seguridad y del procedimiento judicial no se han insertado imágenes del nido ni siquiera de las cercanías de éste.






Importante: Si encuentras un ave que pienses puede estar envenenada, o cebos con veneno, debes llamar a SOS Veneno NO al teléfono 900 713 182, a los agentes medioambientales de la Conselleria en el 965 150 810 o al SEPRONA de la Guardia Civil en el 062, todos con servicio 24 h. No toques nada para no alterar las pruebas.

Si encuentras un animal salvaje herido, debes llamar a los agentes medioambientales de la Conselleria al 965 150 810 (24 h).


No es mala idea llevar estos números grabados en el móvil.


martes, 8 de mayo de 2012

TRANSPORTE MARÍTIMO, PETRÓLEO Y ACCIDENTES



Hace unos días, el petrolero "British Osprey", se averió quedándose sin motores a 28 millas de las costas gallegas. Afortunadamente, la avería pudo ser reparada sin mayores problemas. He recordado el artículo sobre el tema de la contaminación por petróleo en las costas que preparé hace un año para SOS Paisajes de Mar y os lo reproduzco a continuación.




Un país abierto al mar… y al tráfico marítimo
España cuenta con un total de 7.921 kilómetros de costa[1], lo que ya nos aproxima a la importancia de la relación que mantiene el país con el mar. Aproximadamente, un 40% de esas costas son las formadas por los archipiélagos canario y balear, así como por las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y otras plazas de soberanía. El 60% restante son las que corresponden a la península Ibérica, extremo suroccidental de Europa y que conforma una de las orillas del Estrecho de Gibraltar, paso natural entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico y frontera entre los continentes europeo y africano.
Es fácil deducir que debido a su situación geográfica, las costas españolas son frecuentadas por un intenso tráfico marítimo en el que se incluyen toda clase de buques y mercancías. Ello supone un mayor riesgo potencial de accidentes que, en el caso de buques con mercancías peligrosas han ido dejando un largo y negro historial en las costas españolas.
De entre las mercancías que mayores y más impactantes accidentes han producido se encuentra el petróleo, el producto básico más transportado en el mundo. El porcentaje de toneladas transportadas mundiales de petróleo fue del 34,6 en 2004[2], estimándose que se destinaron a él buques en el mismo año por un total de 2.265.000 toneladas de desplazamiento. De esos petroleros, 4.800 que superan las 7.500 toneladas, tenían una edad media de más de 18 años y sólo el 36% contaba con doble casco en 2003[3].
Europa importa aproximadamente el 27% de la producción mundial de crudo, con un tránsito anual de más de 800 millones de toneladas en los puertos europeos, de los que un 70% se hace en el Atlántico y Mar del Norte y el resto en el Mediterráneo. A este volumen de transporte hay que sumar el de los grandes buques que atraviesas aguas comunitarias sin hacer escala y de los que no se dispone de cifras.

Accidentes de petroleros en las costas españolas
Como ya hemos mencionado, la situación geográfica de España hace que sus costas sean zonas de tránsito habituales para petroleros. La suma total de accidentes con vertidos de hidrocarburos a las aguas españolas procedentes de buques es de 134 casos entre los años 1991 y 2008[4], una cifra muy preocupante, que nos ofrece una media anual de 8 vertidos. Por comunidades autónomas, estos accidentes se reparten cómo se ve en la tabla 1.

 Tabla 1.

Sin duda, los mayores vertidos se producen cuando un petrolero pierde su carga accidentalmente. El tipo de petróleo transportado también influye enormemente en los daños que se ocasionan a continuación y en el tiempo en que permanecen.
Seguro que todos recordamos la catástrofe creada por el hundimiento del petrolero Prestige, pero no ha sido ése el único que ha ocurrido en las aguas españolas. Esta es la lista de los mayores accidentes con petroleros en nuestras costas[5]:
·   Año 1970. El Polycommander se accidenta al norte las islas Cíes, derramando 15.000 toneladas de petróleo.
·   Año 1976. El superpetrolero Urquiola encalla a la entrada del puerto de A Coruña y se parte en dos liberando 101.000 toneladas de crudo.
·   Año 1978. El petrolero Andros Patria sufre una explosión y vierte 60.000 toneladas de petróleo frente A Coruña. Fallecen 34 tripulantes.
·   Año 1992. El petrolero Mar Egeo (Egean Sea) encalla y se incendia frente a la Torre de Hércules (A Coruña) vertiendo al mar cerca de 80.000 toneladas de crudo que generan una marea negra de 50 km2. Se acordaron 277 millones de euros como indemnización.
·   Año 2002. El petrolero Prestige (propiedad del mismo armador que el Mar Egeo) se hunde frente a las costas gallegas. Libera al mar 64.000 toneladas de petróleo, en lo que se considera como la mayor catástrofe ecológica en España

 El Mar Egeo, un año después de su accidente. Resulta impactante la extrema proximidad del buque con la costa. Foto ©Elías Gomis.

Plataformas, otros productos y bunkering
A estos accidentes podríamos sumar otros de menor volumen como el del New Flame que en 2007 colisionó con un petrolero que no sufrió desperfectos. Meses después, el New Flame produjo un derrame de parte de su combustible, que provocó la retirada de 100 toneladas de arena contaminada de las playas de Algeciras.[6]
También hay que tener en cuenta los vertidos provocados desde instalaciones de tratamiento (refinerías, plantas petroquímicas, etc.) que suponen el 20% de la contaminación por petróleo en las costas españolas y que vierten anualmente 9.850 toneladas de sustancias peligrosas al mar[7]. Otro foco de vertidos potenciales son las plataformas de extracción y prospección. Como ejemplo, podemos citar las dos fugas detectadas  por el Ministerio de Fomento en una plataforma de prospección petrolífera situada a 40 Km. de la costa del Delta del Ebro en mayo y junio de 2009 y por las que un juzgado abrió la vía penal por sendos delitos contra el medio ambiente.[8] Sobra decir nada sobre la catástrofe ocasionada recientemente en el Golfo de México por una plataforma petrolífera.
Igualmente son preocupantes los producidos durante el llamado “bunkering” que consiste en el trasvase de petróleo de buques fondeados fuera de puerto, como si esas embarcaciones fuesen “gasolineras marinas”. Esta actividad es especialmente habitual en la bahía de Algeciras y supone un elevado riesgo de vertido accidental, más aún cuando en esa zona (el estrecho de Gibraltar) se soporta un intensísimo tráfico marítimo (106.332 buques en 2008) y se mueven más de 20 millones de toneladas de petróleo al año[9].
  

Localización de accidentes de buques petroleros en las costas españolas con vertido de hidrocarburos. Tomado de Perfil Ambiental de España, 2008, en base a datos de Le-Cedre.

No sólo el petróleo ha ocasionado problemas ambientales. En 1970, el Erkowitz tras colisionar con otro buque, vertió bidones con insecticida cerca de cabo Vilán. Diecisiete años después, el Casón provocó una nube de gases tóxicos al incendiarse su carga frente a Finisterre[10], lo que hizo que el Delegado del Gobierno ordenara la evacuación de 15.000 habitantes de las localidades más cercanas, movilizando 700 autobuses[11].

Buques de casco doble
A raíz del accidente del petrolero Erika (un buque de más de 25 años de servicio) en las costas de la Bretaña francesa, producido en diciembre de 1999, la Unión Europea consideró necesario y urgente tomar medidas para prevenir nuevos accidentes de ese tipo.
Anteriormente, y como consecuencia de otro gravísimo accidente (el del Exxon Valdez, que en 1989 derramó casi 41.000 m3 de petróleo en la costa sur de Alaska), y ante la lentitud en la toma de decisiones de la comunidad internacional, el gobierno de EEUU declaró una ley en la que todos los petroleros nuevos debían contar un casco doble y para el resto se establecieron una serie de plazos.
El doble casco permite que en caso de rotura del exterior, la mercancía (petróleo) aún quede protegida por otro casco de acero que evite el vertido.
La Organización Marítima Internacional estableció en 1992 una serie de medidas para prevenir la contaminación por los buques (MARPOL).
Después de la catástrofe del Prestige, la UE decidió acelerar la legislación sobre buques petroleros con obligatoriedad de construcción con doble casco .Esta ley se aplica a todos los buques que naveguen bajo pabellón de los países miembros de la Unión o que entren o salgan de cualquier terminal o queden fondeados en aguas comunitarias, independientemente del pabellón que enarbolen. Afecta a todos los petroleros de 5.000 o más toneladas de peso muerto, dándose unos plazos para su adaptación o sustitución[12].

Efectos del petróleo
Los efectos del petróleo sobre la vida y el ambiente marino son devastadores. En el caso del Exxon Valdez, se estimaron en más de 3.000 millones de euros[13].
Las primeras señales que indican que se ha producido un vertido es la aparición de aves petroleadas, algo que seguirá ocurriendo muchos días después del accidente. Como ejemplo, en los 130 días siguientes al hundimiento del Prestige (ocurrido a 133 millas del cabo de Finisterre) se recogieron 23.073 aves correspondientes a 90 especies. De ellas, sólo 6.075 estaban vivas en ese momento y únicamente 604 pudieron ser recuperadas y liberadas[14]. Tres especies (Arao Común, Alcatraz Atlántico y Frailecillo Atlántico) representaban el 75% de las aves petroleadas recogidas[15].La cifra real de aves afectadas debe ser mucho más elevada, ya que se estima que sólo se recogen entre un 10 y un 20% de las aves dañadas por una marea negra.
Las colonias de Cormorán Moñudo en la zona afectada vieron disminuida su productividad a la mitad[16].

 Cormorán Moñudo. Foto: ©Elías Gomis.

Como triste anécdota se puede citar el hallazgo en una playa de Alicante de un ejemplar de Alca Común petroleada, a primeros de diciembre de 2002, casi con toda seguridad afectada por la marea negra del Prestige[17], a unos dos mil kilómetros de distancia. Las Alcas son una especie que inverna en el Mediterráneo, llegando allí desde las aguas del Atlántico.
Los efectos del petróleo comienzan con la pérdida de luminosidad del mar, añadido a una disminución de la oxigenación natural de las aguas, afectando al plancton, base de la cadena alimenticia marina.
A este efecto físico (al que se suma la impregnación directa en la fauna y flora) se añade la aparición de problemas toxicológicos por los componentes del petróleo directos o por la degradación del mismo.
Así, la fauna sufre intoxicaciones por los gases desprendidos, por contacto directo o por ingestión al entrar en la cadena trófica. De forma indirecta se encuentran expuestos a metales pesados y elementos químicos de alta persistencia en el medio ya que no son hidrosolubles, afectando a los sistemas digestivos y reproductivos de la fauna afectada.
Estos efectos alcanzan tanto a la fauna salvaje como a las especies con aprovechamiento humano (peces, mariscos, etc.), provocando un severo daño social y económico al restringirse la pesca y el marisqueo para evitar problemas de seguridad alimentaria.[18]
Otro daño grave que provocan los vertidos es el efecto que tiene sobre el turismo. Las playas y el resto de la costa quedan afectadas por la aparición de restos petrolíferos, obligando a su cierre y a la limpieza, tarea siempre muy laboriosa y costosa.

8 accidentes anuales: demasiado para la costa española
Hasta ahora, las grandes catástrofes marinas han ocurrido en el Atlántico (las peores, en Galicia), una zona con aguas más abiertas y móviles que el Mediterráneo, con costas menos densamente pobladas y menos dependientes del turismo.
¿Qué ocurriría si se produjese una marea negra en el Mediterráneo? Los efectos podrían verse multiplicados en todas sus vertientes. Los daños en la economía, especialmente basada aquí en el turismo, serían enormes.
Ocho accidentes relacionados con vertidos cada año en las costas españolas nos parece una cifra demasiado elevada, sobre todo si pensamos en las medidas legales que se han ido tomando a raíz de las últimas mareas negras en Europa para prevenir este tipo de catástrofes. Si a pesar de ellas seguimos registrando esas cifras, se debe reconsiderar el modo de controlar los procesos en los que se ven involucrados los buques que transportan mercancías peligrosas, además de las instalaciones y métodos de traspaso de combustibles que afectan a la costa, vigilando el tránsito de buques petroleros, con planes de actuación definidos en caso de accidente y medios suficientes para ello, así como limitando los vertidos desde tierra y actuando en la actividad del bunkering.
La costa es una estrecha y delicada frontera entre el mar y la tierra firme. En ella han situado su hogar y su forma de vida millones de personas. Proteger la costa de vertidos es protegerlas a ellas.




[1] Dirección General del Instituto Geográfico Nacional, en Anuario Estadístico de España 2006.
[2] El tráfico marítimo. Gerencia del sector naval.
[3] Centro de Estudios del Medio Ambiente, Fundación FUHEM, en National Geographic, vol. 13, 6.
[4] Anuario 2008. Ministerio de Medio Ambiente y del Medio Rural y Marino.
[5] El País. 30 de Abril de 2010.
[6] El País. 30 de Abril de 2010.
[7] ¿Cuáles son las prácticas más contaminantes? Greenpeace, web.
[8] El País. 14 de Julio de 2010.
[9] El negocio del bunkering en la bahía de Algeciras. Greenpeace, 2009.
[10] National Geographic, vol. 13, 6.
[11] ABC. 11 de Diciembre de 1987.
[12] Europa. Síntesis de la legislación de la UE, web.
[13] National Geographic, vol. 13, 6.
[14] Impacto de marea negra del Prestige sobre las aves marinas. SEO/BirdLife, 2003.
[15] National Geographic, vol.13, 6.
[16] ¿Qué aprendimos del Prestige? La marea negra del Prestige: efectos sobre las poblaciones de aves. SEO/BirdLife-Fundación Arao.
[17] Naturalicante.com, dic. 2002.
[18] ¿Qué efectos tiene su contaminación? Greenpeace, web.