jueves, 27 de marzo de 2025

EL CLOT DE GALVANY: 54 ESPECIES

 

El Clot de Galvany está que se sale. La llegada de la primavera y las recientes lluvias hacen que este paraje muestre su riqueza natural. Voy por allí el pasado día 25 y a esas horas tampoco hay mucha gente, lo que hace mejor la visita.

En el cielo vuelan varios centenares de golondrinas comunes, varias decenas de aviones comunes, tres golondrinas dáuricas y también vencejos pálidos. El primero para mí de esta especie en 2025 lo vi en casa hace tres días, el sábado 22.

En la charca de contacto observo una hembra de malvasía cabeciblanca, una pareja de ánades frisos, pato colorado, focha común, focha moruna, ánade azulón, gallineta común y un total de 22 cercetas pardillas.


Llega un grupo de personas (creo que investigadores de esta especie) y, la verdad, ni saludan ni se despiden. Luego piden colaboración… en fin.



Las tortugas siguen a sus anchas por allí. Un eterno problema.

En perfecta formación y con su vuelo y silueta que recuerda a la de los halcones, pasan 5 vencejos reales. Luego dos más. 

Varias Vanessa atalanta y bastantes Sympetrum fonscolombii vuelan por allí.

Sobre un arbusto veo una collalba rubia occidental mientras que escucho a la curruca carrasqueña y una de ellas se deja ver fugazmente.

En un árbol seco hay un mochuelo europeo de aspecto somnoliento que pasa allí todo el tiempo. No lejos, es un alcaudón real el que vigila sus dominios. Más tarde veo un alcaudón común que no muestra signos de ssp. badius.


En la charca grande cuento 33 malvasías cabeciblancas. Es un alegría ver tantas y seguro que había alguna más pero están muy al fondo y apenas son distinguibles por la vegetación. Los machos tienen el pico con ese color azul tan increíblemente bonito que no es posible reproducir fielmente ni en pintura ni en foto. Afortunadamente, no veo ninguna con gomas en el pico.







Entre el paterío, también un porrón pardo, porrón europeo, varios colorados, cucharas comunes, azulones




Al fondo, vuelan 14 fumareles cariblancos entre decenas y decenas de gaviotas reidoras.

Los zampullines cuellinegros dejan ver sus ojos de fuego destacando sobre sus oscuros plumajes. Van en parejas y de cortejo, como muchas otras aves.






Entre la vegetación, cetia ruiseñor y buitrón, además de unos poquitos mosquiteros comunes.

El fondo musical lo ponen 3 cucos comunes (al menos) que no paran con su cuco-cuco-cuco. A dos de ellos los descubro bastante cerca mientras que otro canta más lejos. Una abubilla común parece querer hacerle los coros con su pu-pu-pú.


Cinco abejarucos comunes pasan en vuelo y los detecto por su canto. Van hacia el norte.

Martinete, avetorillo, garza real, garceta común y garcilla bueyera suman, en distintas cantidades, en la lista de ardeidas.

Se va haciendo la hora y me vuelvo para casa. Además, rain alarm avisa de lluvia que llega y de hecho, ya veo varias virgas descolgándose de las nubes. Con el gusto de un buen rato viendo tantas y tan varias especies de aves dejo El Clot. 



eBird: https://ebird.org/checklist/S220727290

miércoles, 26 de marzo de 2025

CAMINO DEL FARO DE EL ALBIR

Paseo por el camino del faro del Albir el pasado día 19. Como siempre, bastante gente por el itinerario y quizá más por ser el primer día primaveral después de muchos días seguidos de lluvia.

Eso también se nota en la floración de muchas plantas y en la actividad de muchas especies de aves e insectos.

Entre los últimos, hay una gran cantidad de libélulas sympetrum fonscolombii, de las que puede haber varios centenares y, además, en zona bastante concretas, donde acuden a alimentarse numerosos aviones roqueros.

Por encima de los numerosos paseantes aparece una pareja de halcones peregrinos, persiguiéndose en preciosos vuelos. Uno de ellos, unos minutos antes, se había lanzado en un velocísimo picado a por una presa pero falla en el último momento.

La pareja de peregrinos.

El roquero solitario, cantando desde una peña, parece contemplar el paso de personas.

Mi primer alcaudón común de la temporada vigila desde lo alto de un lentisco, atento a lo que pueda convertirse en su comida. No habrá mucha diferencia con el tiempo que lleva por aquí respecto a la collalba gris que puedo ver también cerca.

Aquí los pinos también están afectados por la plaga combinada con la sequía.

Una pareja de collalba negra se mueve por las piedras con ese identificativo canto que tienen.

Ya en el faro, un alcatraz atlántico pasa por debajo de los acantilados, dejando verlo desde arriba, una imagen poco frecuente.

Alcatraz por debajo del faro de l'Albir.

A mediodía, vuelta para casa.


https://ebird.org/checklist/S219412837

jueves, 13 de marzo de 2025

SOFIA София MONUMENTOS Y AVES



Breve pero intenso viaje a Bulgaria, en concreto a su capital, Sofia, y al monasterio de Rila. София (Sofia en cirílico) es una ciudad de algo más de 1.200.000 habitantes que se extiende a los pies de los montes Vitosha y en la que destaca la abundancia de templos ortodoxos y edificios oficiales, muchos de la época comunista.

Estatua de Santa Sofía, de 24 m de altura y muy comentada por su poco aspecto típico de "santa".

La catedral de San Alejandro Nevski, construida en el siglo XIX, es uno de los mayores templos ortodoxos del mundo, con casi 3200 m2 y la perla de la arquitectura de Sofia.

La catedral de San Alejandro Nevski.

Con los nevados montes Vitosha al fondo. Por la mañana la temperatura estaba sobre los cero grados (ni frío ni calor jajaja) y a mediodía estábamos a 24.

También pudimos contemplar, entre otras, la catedral de Santo Domingo (Svetla Nedelya) cuyo primera construcción se remonta al siglo X o la iglesia de San Jorge (Sveti Georgi), que data del siglo IV.


Teatro nacional Ivan Vazov.

Edificio de los baños centrales de Sofia.

Fuentes públicas de agua termal (37ºC) en Sofia.

Pero Sofia es una ciudad por la que han pasado muchas culturas y prueba es que la mezquita Banya Bashi (construida durante la ocupación otomana), la sinagoga de Sofia y la catedral de San José están, como dijo el guía, “en lo que los búlgaros llamamos la plaza de la tolerancia, porque están las tres religiones a un tiro de piedra, aunque siempre hay que evitar que se tiren piedras entre ellas”.


Las cúpulas de los tres templos.
Iglesia de San Jorge, con los restos de la ciudad romana de Serdica.

Los edificios construidos en la época comunista destacan por sus enormes dimensiones y frialdad, destinadas a “empequeñecer” a quien se acercara a ellas, un truco muy utilizado por gobiernos y religiones.

Antigua sede del partido comunista, actualmente edificio administrativo del parlamento búlgaro.

Otra visita fue al monasterio de Rila, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y a unos 120 km de la capital búlgara. Se trata de una gran construcción ortodoxa entre las montañas que se remonta al siglo X y que, además de su arquitectura, alberga una apabullante colección de frescos.




Si el viajero no sufre aquí el síndrome de Stendhal, estará a muy poco de ello.





A la vuelta a Sofia visitamos la pequeña iglesia de Boyana, en los montes Vitosha. Sus orígenes se remontan al siglo XI (o incluso a finales del X) con frescos del siglo XIII y posteriores. Esto, unido a su arquitectura, hizo que la UNESCO también la declarara Patrimonio de la Humanidad ya en 1979.

Pero, vamos ya al pajareo, al que le pude dedicar un rato.

Carbonero común (estaba anillado).

En Sofia hay un parque increíble, el Borisova Gradini gradina, con 3 kilómetros cuadrados de arbolado de todo tipo, lo que permite que muchas especies de aves vivan y se reproduzcan allí. Hay que visitarlo, si quieres disfrutar de un buen montón de especies, sobre todo de aves forestales y en el mismo Sofia.

Vista parcial (muy parcial) del parque.

Gorrión molinero.

Estorninos almorzando.

Corneja cenicienta.


Se pueden ver en muchos puntos de Sofia.

En el recorrido que hice pude anotar 32 especies, entre las que tuve la suerte de apuntar algunos “bimbos”. De todas las especies vistas podemos destacar: pico picapinos, pico sirio, pito euroasiático, picamaderos negro, corneja cenicienta, trepador azul y agateador euroasiático.

Pico picapinos.

Arrendajo.


Mirlo común.

Avión roquero en el monasterio de Rila.


Lavandera blanca en el mismo lugar.

Trepador azul muy interesado en ese agujero. También en el monasterio de Rila.

Con eso ya podemos hacernos una idea de la riqueza ornitológica de este parque, en que pajarear fue una delicia que en primavera o en otoño debe ser ya otro nivel más.

Habrá que tenerlo en cuenta.


Nota: Sofia es sin tilde en búlgaro, por eso aparece así aquí, excepto en el nombre de la santa.

 

https://ebird.org/checklist/S217865190
https://ebird.org/checklist/S217866074