Acceso al refugio de la Plaza Séneca.
Así vivieron muchos españoles la Guerra Civil, bajo las bombas. De
un bando u otro, las bombas no discriminan cuando liberan su mortífera carga. Matan
personas, sin preguntar.
Bomba de 200 kg, como las lanzadas sobre la población civil en Alicante
Alicante, pese a no estar en ningún frente ni disponer de
importantes bases militares, fue el reiterado objetivo de las bombas de la
aviación fascista italiana bajo las órdenes del bando sublevado del general Franco. Más de setenta
veces, los aviones que venían desde Mallorca, dejaban caer su carga letal sobre
la ciudad, tanto sobre objetivos estratégicos como sobre la población civil.
Diorama del bombardeo del mercado central el 25 de Mayo de 1938. Hecho en falta que hubieran puesto las figuritas de los inocentes que compraban a esas horas. Según la maqueta, no había nadie cuando cayeron las bombas. La realidad es que más de 300 personas fallecieron en ese cruel acto y centenares quedaron heridos
Para proteger a los ciudadanos se construyó, aproximadamente,
un centenar de refugios antiaéreos, casi todos desaparecidos hoy en día.
Un par de ellos han “aparecido” recientemente. La
inexplicable remodelación de la
Plaza del Doctor Balmis dejó a la vista un refugio (todavía
no visitable) y el cierre de la
Estación de Autobuses mostró el refugio de Séneca.
Se ha abierto el Centro de Interpretación de los Refugios Antiaéreos
de Alicante en la Casa
de las Máquinas (junto al antiguo Parque de Bomberos) en el que podemos ver una
amplia información del papel de esas construcciones en la Guerra Civil en la ciudad. Hay
un par de visitas guiadas al día que son muy recomendables porque, además,
permiten el acceso al refugio de la Plaza
Séneca.
Un amigo y gran experto en la ciudad se asoma por la pantalla con el vídeo del museo.
Un amigo y gran experto en la ciudad se asoma por la pantalla con el vídeo del museo.
Vista parcial del interior del museo.
Este refugio (con capacidad para 1.200 personas) muestra
elementos de la época y por megafonía se reproducen sonidos de sirenas y bombas,
creando un ambiente de tensión durante la visita.
El interior del refugio: un largo pasillo con cubículos a los dos lados.
Los espías están cerca.
Algunos refugios contaban con electricidad pero eran muy espartanos.
Mínimo dispensario a la entrada del refugio.
A pesar de lo interesante e instructiva que ha resultado, ojalá nunca hubiéramos tenido la opción de visitar este museo.
Homenaje a las víctimas del bombardeo del Mercado Central (2015).
Ojalá...
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