De nuevo procedemos a anillar
los pollos de cigüeñuela de las
Salinas de Calp, tanto con anillas metálicas como de plástico para lectura a
distancia. En un primer vistazo y en una zona concreta, Toni Zaragozí, Toni
Mulet, Ana y yo podemos ver diez pollos, bien vigilados por sus padres quienes
inmediatamente dan la señal de alarma.
Un pollo vigilado por su padre.
De esos pollos, algunos son
muy pequeños y otros ya parecen capaces de volar aunque da la sensación de que
este año la diferencia entre las fechas de nacimiento no ha sido tan acusada
como el año anterior.
Hay que comprobar por dónde están antes de entrar al agua.
El primero en ser anillado hoy.
Los flamencos siguen en la isleta haciendo amagos de nidificación
mientras que los tarros blancos
nadan junto a sus proles, como también hacen los ánades azulones.
La lámina de agua es
continuamente visitada por golondrinas
comunes y aviones comunes en
busca de insectos.
El sistema para anillar los
pollos de cigüeñuela es el mismo que siempre: observar dónde están e ir a por
ellos. Esto no es tan sencillo y uno de nosotros debe quedarse vigilando con
los prismáticos dónde se ocultan los pollos a la llegada del resto del grupo.
Aún así, muchas veces es muy difícil localizarlos por su mimético plumaje y la
capacidad que tienen para ocultarse entre la vegetación del salada, por lo
hablar de lo fatigoso que es caminar por el fango de la salina.
Buscando
Al final de la tarde tenemos
cuatro pollos anillados que hacen cinco junto al que se anilló la semana
anterior.
Vemos una cigüeñuela adulta
anillada pero no podemos leer la anilla. En esa misma zona vimos el año pasado
a la que llevaba la anilla NPU protegiendo sus pollos y que fue anillada por
nosotros allí el 17 de junio de 2012.
Esperemos que también volvamos
a ver a TL6, TL9, TLJ y TLT, a las que hemos anillado hoy.
Para cerrar, una cervecita en
un bar cercano con la sorpresa de un vencejo
real que pasa sobre nuestras cabezas.
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