Gaviota patiamarilla.
Tarde de tiempo desapacible con
fuerte y frío viento en las Salinas de Calpe. Además, caen cuatro gotas que son
nieve en las montañas del interior de la provincia. Pensándolo bien, estamos a
26 de enero y es lo que se debe esperar de estas fechas y no las temperaturas
de 25 y 26ºC que hemos tenido hace unos días.
En las salinas los flamencos se concentran en la zona más
central. Cuento 215 de ellos. También puedo ver garzas reales, garcetas comunes, tarros blancos y otras aves. Por
las orillas se mueven lavanderas blancas y, más lejanas, gallinetas y alguna cigüeñuela.
Alguno de los 215 flamencos que puedo contar.
Lavandera blanca "despeinada" por el viento.
Desde la playa del Bol veo a
varios barcos de pesca con colas de aves a sus popas. Miro con el detalle que
me deja el fuerte viento que zarandea todo lo que levante un milímetro del
suelo y uno de ellos (parece ir en dirección a La Vila) lleva 3 págalos grandes que no dejan de atacar
a las gaviotas. Otro de los pesqueros entra al puerto de Calp también tiene un
buena escolta de gaviotas y un
grupito de 23 pardelas baleares. Los
alcatraces atlánticos no dejan de
zambullirse como también hacen los charranes
patinegros.
Uno de los pesqueros con su cola de aves.
Grupos de estorninos pasan volando a toda velocidad por encima de los
edificios mientras que algunos cormoranes
(grandes y moñudos) vuelan a ras de mar o aguantan estoicos el enfado de Eolo.
La Luna, muy madrugadora.
El cielo parece arder al ponerse el sol.
Caen cuatro gotas y se forma
el arco iris al fondo de las salinas. Las aves siguen con sus cosas
aparentemente tan ajenas a él como al entorno cada vez menos natural de este
paraje, solo que esto último va haciendo que se pierda biodiversidad. Mientras
el multicolor fenómeno meteorológico va consiguiendo más y más intensidad
recuerdo que ya no se ven ya los chorlitejos
patinegros que antes anidaban aquí.
El Arc de Sant Martí.
Y lo que es peor: no creo que
vuelvan nunca a hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario