jueves, 2 de agosto de 2012

¿POR QUÉ SIGO HACIENDO FOTOS?



Hace un tiempo hice una entrada en este blog con el título de “¿Por qué hago fotos?”, una pregunta con una compleja respuesta. Hoy quiero dar unas pocas pinceladas más referidas a este tema.

Algunas veces nos sorprendemos ante la belleza de alguna foto de un lugar paradisiaco y remoto. Esa primera impresión nos desborda y decimos “qué fotaza” pero, una vez hemos superado ese mini acceso de síndrome de Stendhal, puede que comprobemos que una cosa es el paisaje y otra muy distinta la forma en que lo ha sabido plasmar el fotógrafo.

Holy Island (Reino Unido)

Desde luego un buen sujeto ya da muchas posibilidades al trabajo del fotógrafo pero es una buena idea exprimir el jugo de todo lo que tenemos. Para ello, deberemos utilizar nuestro “ojo fotográfico” ese sentido extra para poder descubrir qué hay para fotografiar y cuándo y cómo será la mejor forma de obtener esa imagen. Comprobar por dónde llega la luz (y cuándo lo hace) será una de las primeras preguntas a las que habrá que encontrar respuesta. Estudiar los fondos, los elementos principales y secundarios, la posibilidad de usar otras iluminaciones o filtros, el mejor ángulo de toma, el momento… será un nuevo examen de nuestros conocimientos.

Grupo de Frailecillos en Farne Islands (Reino Unido)

Unas veces “vemos” la foto en cuanto estamos delante. La buscamos y descubrimos dónde se encuentra. Y sabemos, en cuestión de segundos, cómo la vamos a hacer. Hemos calculado el momento, la iluminación, la composición, la exposición… Hay ocasiones, en cambio, que a primera vista no vemos nada que llame nuestra atención y que merezca hacerle una foto. Es cuestión de insistir, de volver a mirar y de imaginar. Es posible que no hagamos ni una foto, o que ni siquiera saquemos la cámara de la mochila, pero también es cierto que la imagen puede aparecer repentinamente en el lugar más insospechado y con un sujeto que jamás hubiéramos supuesto.

La idea era ir cerca de La Carrasqueta para fotografiar girasoles

No había ninguno, pero sí unos llamativos cardos.

Mientras buscaba cardos "fotogénicos" me encontré por sorpresa con esta mariposa Macaón y pasé el resto del tiempo con ella


Y ese proceso, repetido y analizado, hará que nuestras imágenes sean mejores desde el punto de vista técnico y que, a la vez, lleven nuestra “marca” personal, ese estilo que andamos siempre tratando de definir y que es esquivo y voluble. Será un tiempo de perfeccionamiento que difícilmente tendrá establecido en su duración (no es “aprenda todo sobre hacer fotos en cinco lecciones”) porque, para muchos, la curiosidad de lo nuevo y de los retos a resolver son unos acicates de carácter vital. Nos complicaremos la vida tratando de obtener esa imagen cómo ya la hemos esbozado en nuestra mente, buscando que el resultado sea lo más fiel posible a lo que pretendemos hacer. Y este no tiene porque ser un proceso aburrido. Muchas veces los errores se ven disipados por el ambiente de ir descubriendo los fallos y aciertos en esas jornadas con amigos. 

Preparándonos para unas fotos nocturnas en La Carrasqueta.

Porque hacer fotos es también una forma de mostrar un mundo con la aplicación personal y única de conocimientos y sensibilidad, algo que cada uno hacemos de forma distinta, con el recuerdo de obras y autores que nos inspiran y que, en mayor o menor medida, también nos influencian, pero a los que no debemos copiar (¿qué sentido tendría copiar lo que ya han hecho otros?,  ¿para qué?), sino aprender de sus trabajos y saber transformarlos en nuestra forma de ver lo que nos rodea, que eso es lo que buscamos, la interpretación artística y personal de aquello que vemos.



Pero también es un proceso que algunos se toman a pecho, con imágenes de una sobriedad propia de El Greco, sin ningún guiño a la sorpresa y menos todavía al humor, convirtiendo esas imágenes en un documento serio, lejos de cualquier leve interpretación diversa y divertida.

¡Trae más pan, que le gusta!
Benito y Alfonso fotografiando un cisne al que atrajimos con pan. Berwick-upon-Tweed (Reino Unido)

Es difícil hacer una foto que transmita claramente humor, probablemente mucho más que otra que sólo muestre esplendorosos retratos o paisajes. Y debe ser así porque (si no contamos los montajes con Photoshop) apenas se ven fotos divertidas en galerías y webs, imágenes con equívocos, con ganas de hacernos reír. ¿Nos hemos vuelto más serios? ¿Las fotos divertidas no son “de profesional”? Quién sabe.

¿Qué tiene Don Pelayo en la mano? 
Estatua en Cangas de Onís (Asturias)

Los recortes llegan hasta  las calles.
Avenida Costablanca (Alicante)


Deja que me ría

Cada uno es libre, desde luego, de hacer las fotos que quiera. Yo prefiero fotografiar con mi idea (equivocada o acertada) porque me gusta plasmar mi punto de vista. No quiero esperar que quien vea la imagen la aplauda (si lo hace: gracias sinceras) y si no recibe parabienes, no la retiro de la circulación y la condeno a la mazmorra digital de una carpeta de un disco duro. Sabiendo que la foto es técnicamente correcta (por lo menos hasta dónde he podido), la publicaré, porque sencillamente a mí me gusta (y me da la gana, que también es importante) pero no la esconderé por si no gusta o puede recibir comentarios desfavorables.

Actriz del grupo de teatro Cambra Teatre, en la representación de "25 de mayo: la tragedia olvidada", de mi amigo Miguel Ángel Pérez Oca. Disparada a baja velocidad y con ISO 800 para no usar el flash, tuve que esperar, tras observar sus movimientos, a un instante en el que permanecía más quieta y debajo de los focos.


Pero lo que verdaderamente me gusta de la fotografía es el reto de buscar e imaginar lo que quiero plasmar y cómo quiero hacerlo, buscando extraer a esa escena o sujeto mi impresión y su alma.

A ver qué hay por este lado... St. Abb's Head (Escocia)


Que lo consiga o no es otra cosa, pero persevero con esa intención.

6 comentarios:

  1. Como bien dicen los sabios, el camino y no la meta, eso es lo importante, y tú camino esta empedrado de buenos principios y tiene buen basamento.

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    1. El camino está empedrado, a veces con losas planas y otras con cantos puntiagudos, pero siempre puedes contar con el cobijo de los árboles de los buenos amigos.
      Muchas gracias, Juan.

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    1. Algún día contaremos nuestro "buen hacer" cuando se nos ocurre alguna foto nocturna. Habrá que preparar un making off jajajaja

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  3. Estoy de acuerdo, de eso se trata. Transmitir lo que has visto bien sazonadito con todo lo que llevas dentro, unos con sentido del humor y otros de manera muy trascendental. Lo bueno es que los otros al verla puedan interpretar la idea que tú querías contar.

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