Seguimos con días típicos del otoño, repartidos en jornadas de sol, nubes, lluvias y tormentas (a veces, todo en el mismo día) y ya anuncian la primera bajada seria de las temperaturas por este rincón de la península Ibérica.
Hoy, después de comer, he visto unas grandes nubes sobre el mar. He esperado un rato a que bajara un poco al luz y nos hemos ido a hacer algunas fotos. De todas formas, algún amigo (gracias, Rub) me ha avisado por Whatsapp de la presencia de las nubes convectivas.
Aspecto de la Bahía
Delicados tonos pastel y formas caprichosas. El Sol aún proporciona una luz bastante blanca.
La luz se vuelve más cálida y da mucho volumen a las nubes.
La sorpresa me la ha dado la batería. Estaba descargada pero, gracias a la segunda batería, he podido hacer algunas fotos. Después del excelente rato pasado, me hubiera tirado de los pelos si no llego a tener una cargada. Por eso recomiendo siempre tener más de una batería, sobre todo a aquellos que comienzan a hacer fotos.
Había dos grandes nubes que lentamente se han ido disolviendo pero antes han ofrecido un espectáculo de formas y colores entre el blanco y el rojo recortándose sobre el azul del cielo.
Sobre la zona entre Aigües y Orxeta descarga una nube, generando un pequeño arco iris.
La luz solar ya es de un intenso tono rojo.
Pero la otra sorpresa ha sido la aparición de la Luna por detrás de la nube. Ni me acordaba que nuestro satélite estaría a punto de asomarse. Jugando con la poca luz ambiental, la intensa luz que refleja la Luna y su movimiento lunar, he sacado algunas imágenes.
Los últimos rayos del atardecer hacen que la nube se vuelva roja mientras una Luna dorada se asoma por detrás.
Espero que os gusten.
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