domingo, 12 de mayo de 2013

POR LA MONTAÑA

Aprovechamos la mañana tan típicamente primaveral de este domingo para hacer una visita a la montaña y elegimos Penàguila. El paisaje está verde por cualquier lugar que quieras mirar. Los sembrados de cereal están creciendo y las amapolas y otras flores salpican generosamente el manto verde. Muchas aves cantan en las cercanías y no pocas pasan con cebas en el pico.

Los insectos aprovechan la floración para alimentarse de polen.


La amapola destaca con su color, número y tamaño entre las flores de la primavera

Tonos delicados en unas flores muy sencillas.


Penàguila se alza a los pies del llamado Arc de Santa Llúcia, un curioso arco rocoso formado en la montaña. Cada 13 de diciembre, el Sol se “cuela” por ese arco e ilumina el pueblo. Antiguamente se creía que las mujeres que recibían esos rayos veían aumentada su fertilidad.

L'Arc de Santa Llúcia

Los 28 caños del Riuet o Font Major de Penàguila brotan con fuerza, lanzando chorros de agua fresca. Construida en 1857 y empleada también en la antigüedad como lavadero, ha sido restaurada en varias ocasiones. No podemos irnos sin pegar un buen trago de esas aguas tan agradables.

El caño principal de la Font Major de Penàguila

El Jardí de Santos es de visita obligada. Este paraje, construido en el siglo XIX, es un verdadero jardín botánico de verdor exultante, muy sencillo de recorrer y que dispone de bancos, señalización e información de las especies.


Sendero en el Jardí de Santos.

De regreso, nos asaltan mil y unas fotos que hacer. Os dejo con algunas.


Flor de encina.

Algunas flores son especialmente bellas.

Los hongos han formado su "poblado" sobre la corteza de un tocón.
  
Molineta para extracción de agua (colores modificados).




4 comentarios:

  1. Muy buen reportaje.El arco me gustaría visitarlo algún día. Saludos.

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    1. Muchas gracias. Sí que tiene una foto el Arc de Santa Llúcia, sí.

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  2. Un día especialmente agradable y, por lo que veo, especialmente generoso por parte de la naturaleza. Echo de menos esos campos lujuriosos de amapolas, en Mallorca los herbicidas selectivos las están arrinconando en las cunetas.

    Un abrazo desde la isla.

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    1. Es que con la amapola me pasa lo mismo que con la flor del almendro: no me puedo resistir. Y si además hay un buen grupo, ya es irremediable...
      Abrazados desde la otra orilla.

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