domingo, 5 de octubre de 2014

CAZANDO RAYOS


Varias personas me han preguntado cómo se hacen fotos a los rayos. No es complicado, aunque el factor suerte influye mucho para que obtengamos una imagen espectacular o nos quedemos con la sensación de haber hecho el tonto (en mi caso, una vez más) durante un buen rato.

Rayo en el que varios amigos me han dicho que ven el cuadrante Noroeste de la península Ibérica.

Para hacer fotos de rayos, relámpagos, centellas y demás fenómenos eléctricos celestes necesitamos:

Ingredientes:

-Cámara fotográfica. Mejor digital y de éstas, mejor réflex o compacta con exposición “B”. Produciremos archivos "RAW", si la cámara lo permite.

-Batería cargada. O llevar una de repuesto cargada.

-Trípode.

-Cable disparador. O mando a distancia. El cable es un poco menos cómodo pero tiene la gran ventaja respecto al mando a distancia que no se queda sin pilas. Y si se rompe, si podemos hacer un empalme.

-Tarjeta de memoria. Vacía o con muchas fotos disponibles.

-Un lugar seguro. Protegido de la posible caída de un rayo y de la probable lluvia.

-Una buena tormenta eléctrica. Podemos ver cómo está la cosa en la página de la Agencia Española de Meteorología.

-Un poco de buena suerte.

Y ahora vamos a hacer la receta, a ponerlo todo en práctica.

La tormenta se aproxima y vemos muchos rayos y relámpagos. Sin esto, mejor no perdáis el tiempo.

Nos ponemos en el lugar seguro y montamos la cámara en el trípode. Conectamos el cable y ponemos la cámara en la posición “B”. Un diafragma medio-abierto nos puede servir para comenzar. El ISO no es necesario subirlo, más bien es desaconsejable. Podemos poner un 200 para probar y ver qué tal sale.

Tratamos de deducir en qué sector del cielo para haber más actividad eléctrica (1).

A veces, los rayos y relámpagos quedan ocultos por la nubosidad.

Ahora vamos a dos pasos importantes, tan importantes como para cualquier otra foto:

Componer. Buscamos qué queremos que aparezca en la foto, si además del rayo queremos que salga algo más (un tejado, un árbol, alguna construcción, etc.) y dejando, eso sí,  mucho espacio para el cielo (2).

Enfocar. Hay que ser preciso (como siempre) en este aspecto y más si usamos un diafragma muy abierto que, como sabemos, reduce la profundidad de campo.

Ya tenemos todo listo. Comprobamos (tratando, por si las moscas, de no mentar a Murphy) dónde caen más rayos y apretamos el disparador del cable. Daremos una exposición de, por ejemplo, 5-10 segundos, dependiendo de la cantidad de luz que tengamos. Comprobamos qué tal se ven los elementos que hemos incluido y, por si acaso, nos aseguramos de que el enfoque sea correcto.

Y vamos haciendo disparos hasta que comprobemos que en uno de esos periodos en los que hemos apretado el disparador un rayo se ha “colado” en la imagen. 

¡Ya lo hemos cazado!

Este rayo fue enorme y muy próximo. Fijaos en el grosor y tened en cuenta que está hecha con un angular (22 mm) y no hay recorte. Noté cómo vibró mi cuerpo (y la barandilla del balcón) y, centésimas de segundo después, atronó el cielo. 

Soltamos inmediatamente el disparador (dejamos de hacer la foto) porque la intensidad del destello del rayo es muy grande y acabaríamos por sobreexponer (quemar) la foto.

El rayo ha caído al final del tiempo de exposición, "quemando" la imagen.

"Arreglo" (en la medida de lo posible) de la imagen anterior.

Puede ocurrir que al final del tiempo en que estamos exponiendo aparezca el rayo y nos deje la foto “frita” por exceso de luz. Qué le vamos a hacer. Podemos intentar salvar la imagen en el procesado. Os deseo suerte. Pero, si aún así sale un “churro”, ya sabéis: a la papelera de reciclaje.

Tendréis muchos, muchos disparos sin nada. Pero, con muchas fotos, al final conseguiréis cosas muy interesantes.



Ánimo y a probar.


Tenéis más fotos en



(1). La Ley de Murphy tiene una versión para esto: “Si hay posibilidad de que un rayo caiga donde no estamos enfocando, caerá”. En segundo punto dice "Si cambiamos el enfoque a ese nuevo punto de mayor actividad, irremediablemente cesará ahí y volverá al punto anterior".


(2). La iluminación de las ciudades (contaminación lumínica) puede dar un color rojizo a las nubes que puedes dejar o modificar mediante la corrección de la temperatura de color.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias. Ahora solo queda que os animéis y probéis cuando tengamos otra tormenta.
      Ya sabéis que hay más en https://www.flickr.com/photos/eliasgomis/sets/72157600051263953/
      Hasta pronto.

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