Al igual que la semana anterior, la sesión de anillamiento de ayer (sábado 19) también tenía un componente especial aunque comenzó como otras tantas veces. Al
amanecer estamos colocando cinco redes, esperando que nos proporcionen un alto número
de capturas, lo que al final pudimos comprobar que no fue del todo como
pensábamos aunque, eso sí, tuvimos mucha variedad. Quizás se deba a la anormalmente alta temperatura que estamos alcanzando en las horas centrales (a primera hora hace frío) en estos días.
La vegetación está cubierta de rocío.
Pesando un ave.
Bisbita común, curruca
capirotada, curruca cabecinegra, petirrojo, lavandera cascadeña, mirlo común, verdecillo
y mosquitero (alias mosquis) son las
especies que obtuvimos.
Mosquitero común.
Vanessa atalanta.
Abeja libando en "agret" (Oxalis pes-caprae).
Se pueden ver los dos sacos de polen que lleva en las patas.
Moricandia arvensis.
Caracol.
La hora del desayuno hizo que
las mesas se inundaran de una extensa variedad de pastas (crema, nueces, coco,
chocolate, etc.), tartas (arándanos y nueces), cocas (verdura y embutido) y
cafés. Para cualquiera que pasara por allí, era más probable que se tratara de
una exposición de alguna pastelería que de que estuviéramos anillando aves. Para nosotros, se trata de una magnífica fusión.
En plena faena.
Una vez bien repuestos del
madrugón y del hambre consecuente, llegó el momento especial del día. Nuestra amiga Violeta se va unos meses a
Chile y pensamos que como compañera de viaje le vendría bien una guía de aves
de ese país, así que le regalamos una con todo nuestro cariño y los mejores deseos
para que disfrute también de aquellas aves.
Y para que cuando regrese nos cuente cuántas especies ha conseguido ver (la envidia que nos vas a dar, Violeta) y cómo le ha ido en esa nueva aventura.
Violeta con la guía de aves de Chile.
¡Buen viaje! ¡Disfrútalo!
Hacia mediodía damos por finalizada la sesión y, tras esbozar nuevos planes, regresamos a casa.
El grupo de hoy.
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