Sábado 12, visita al Hondo en una
tarde en la que parece muchos han pensado lo mismo y los alrededores del centro
de interpretación están muy frecuentados y no por muchos ornitólogos
precisamente.
Las cercetas pardillas no lo saben (más bien les da igual) y se concentran en número de 31 ejemplares en la charca junto al edificio. La mayoría está sesteando al sol pero algunas deciden moverse y puedo leerles las anillas. A algunas se les ve el emisor. Con anillas rojas y letras blancas están: 49, F1, AC, H8, H9, 4H, 4N, 4T, 5H, 5M, 5R, 6M, 6N, 45, 76, 81.
Hay una más a la que no puedo ver la anilla pero el color de su plumaje (más bien la falta de él) la delata: es "blanquilla", la CU (ver).
Y con anilla blanca y letras negras sólo leo CM.
Algunas fochas comunes, gallineras y dos o
tres cigüeñuelas comparten la
charca, además del ruidoso grupito de gorriones
comunes.
Los moritos
pasan en vuelo de un lado a otro pero destacan aviones comunes, golondrinas comunes y abejarucos como los más abundantes en el cielo. También se ven avión zapador, golondrina dáurica y vencejo pálido.
Un martinete se asoma entre el carrizo
casi a la vez que lo hace un avetorillo
sorprendiendo a un calamón que iba
acompañado por un joven calamoncillo.
Andarríos chico, andarríos grande y andarríos bastardo
se dejan ver, algunos mejor y otros lejanos y brevemente. Pasa como con el
chorlitejo grande que parece no querer juntarse mucho con los chorlitejos
chicos.
Un correlimos de Temminck es de lo poco
reseñable en la escasa representación de limícolas.
Un águila pescadora pasa lejana y pienso
que quizás sea Odiel, la pesqui del
proyecto de reintroducción en el PN de la Marjal de Pego-Oliva y que había
avisado Itziar Colodro que iba a estar por la zona según lo que apuntaba el GPS
que lleva la rapaz. Finalmente, de acuerdo a la información disponible, no lo
era.
Poco antes
del anochecer, nos volvemos a casa, con varios picotazos de mosquitos y
pensando en que hay que volver en otro horario.
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