Paseos por el parque inundable
La Marjal en las tardes de los días 4,5 y 7 de octubre, calentando motores para
el evento del sábado 9, en el que
celebraremos allí el Día Mundial de las
Aves con público (ver información), después del parón forzoso motivado por
las restricciones debidas a la pandemia de Covid-19.
Cabe destacar las citas de aves rapaces, entre las que anoto 2 águilas calzadas el día 4 a gran altura y otra más el día 7, mucho más baja y cercana. Resulta curioso ver estas aves en la ciudad. Las he visto en lugares urbanos como la zona de los juzgados o el hospital de San Juan, eso sí, siempre en migración.
También el día 5 un gavilán común despega desde un árbol de La Colina y, tras dar un amplio giro sobre el parque, acaba por desaparecer por detrás de los edificios. La migración sigue activa.
Un halcón peregrino pasa el día 4, describiendo un rápido vuelo
circular antes de irse de la zona. ¿Será de algún lugar próximo? ¿De paso?
A estas aves rapaces hay que añadir los cernícalos vulgares, que nidifican muy cerca y que se dejan ver con mucha más facilidad que las anteriores.
Las golondrinas comunes siguen pasando todos los días en varios centenares. Menos abundantes resultan los aviones comunes, las golondrinas dáuricas y los aviones zapadores. Vencejos pálidos solo el veo 3 ex. el día 4.
Siguen siendo muy abundantes
las libélulas, viéndose varias
especies, algunas siempre en vuelo y otras es más frecuente verlas posadas (y así poder hacer alguna foto) en alguna planta o en el borde del estanque.
En el aspecto menos agradable,
de nuevo hay galápagos no autóctonos
en el estanque. Si la gente supiera el daño que hacen al comprar “tortuguitas”
y al soltarlas…
Un canto distorsionado que
quiere parecerse al de algún fringílido delata al alcaudón real, mientras que las lavanderas cascadeñas se disputan
la zona del rápido.
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