Hoy paseo por El Hondo en una mañana con neblina que, unida a humo de quemas agrícolas dejan una atmósfera con una mala visibilidad.
Os dejo un rápido resumen.
De lo más destacable podemos citar
a las 3 golondrinas comunes que
pasan en vuelo y que son mis primeras
de la temporada, aunque es cierto que alguna más he visto en este paraje
después de las fechas normales para la especie, como unos 15 ex. el 30 de
noviembre. Me ha costado verlas porque en el celo hay constantemente decenas y
decenas de estorninos.
Solo veo una espátula (juv.) en el mismo lugar que
el día 15 del mes pasado vi 3 ejemplares. No le veo anilla (pudiera estar
sumergida) ni veo otros ejemplares aunque podrían estar ocultos por la
vegetación.
Un martín pescador me deja verlo lanzarse a por su comida. Dos de dos,
éxito en ambas zambullidas.
Mientras que un cernícalo vulgar vigila desde un árbol,
un aguilucho lagunero hace un
reconocimiento aéreo de buena parte del territorio.
A regreso, ocurre una cosa
curiosa.
En la pasarela hay unos ocho
ornitólogos viendo aves y más personas que pasean por allí. Los fumareles que estaban dando una demostración
de vuelo de repente salen en todas direcciones y se reagrupan inmediatamente en
un bandito. Las demás aves desaparecen. Los ornitólogos siguen al grupo de
fumareles y los paseantes, pues eso, siguen a sus cosas (que no son ver aves)
pero ninguno de ellos se da cuenta de qué ha pasado.
Tengo la suerte de verlo,
porque ha durado un par de segundos. Un halcón
peregrino ha pegado una pasada sobre la laguna, a menos de cinco metros de
la pasarela, sin llegar a cazar. Se pierde como un rayo sobre la vegetación. Me
sorprende tanto el lance como que haya pasado desapercibido para la veintena
larga de personas presentes.
¡Qué chulo!
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