Anthaxia scutellaris.
En pocos días he estado un par
de veces por el Morro de Toix, disfrutando de las vistas y de la naturaleza que
aún alberga esta mole rocosa que se asoma al mar, entre el Penyal d’Ifac y
Serra Gelada.
La bahía de Altea.
Si la visibilidad es buena, se
puede observar Ibiza “flotando” sobre la línea del horizonte, aunque la
habitual calina suele ocultar a la isla.
Calp, el Penyal d'Ifac y al fondo y a la izquierda, en el horizonte, Ibiza.
La vegetación, a pesar de la
sequía, cumple con sus obligaciones primaverales y ofrece numerosas flores que
son la despensa para muchos insectos que no paran de ir y venir, también para
alegría de las aves que por aquí se mueven como currucas, mosquiteros y
colirrojos.
Lavanda (espliego).
Coronilla juncea.
Malva.
Palmito, la única palmera autóctona de Europa.
Gladiolus illyricus.
Abeja libando en una flor de jara (Cistus sp).
Reichardia tingitana.
La collalba negra
canta sobre unas rocas cruzando su mirada con las de unas gaviotas patiamarillas que parecen estar riéndose de algún chiste
gracioso. Incluso una paloma doméstica
dormita sobre una pequeña construcción.
Paloma doméstica (cimarrona) dormitando al "solecito".
Las omnipresentes "patis".
También el cernícalo vulgar vuela por la zona en
busca de alguna presa despistada, mientras su “primo mayor”, el halcón peregrino se deja ver (si hay
suerte, como hoy) por el cielo o bien sobrevolando el intenso azul del mar que se
extiende a nuestros algunos cientos de metros más abajo.
Panorámica.
Las golondrinas y aviones comunes pasan por el cielo de un lado a otro, como si no tuvieran muy claro dónde ir. Un petirrojo da saltitos cerca de un charco del camino donde hacía unos minutos una pati andaba bebiendo y desaparece entre la vegetación al acercarnos.
Viborera.
Dianthus broteri.
Raïm de pastor o como sobrevivir con nada.
Lo mismo, pero con Lavandula sp.
Hoy hemos tenido una buena
porción de esa suerte y cuatro delfines
mulares han estado saltando fuera del agua (hace un par de días Dani y
Rebeca vieron también desde su barco por la bahía) durante unos minutos que nos han resultado
magníficos.
Volviendo al suelo que
pisamos, sobre una Pallenis marítima, vemos varios ejemplares de Anthaxia
scutellaris (o carcoma
metálica) con unos brillos y colores espectaculares a pesar de su minúsculo
tamaño (menos que un grano de arroz). Una vez más, el grupo de Facebook Fotografía Insectos y Artrópodos de la
Península Ibérica (España Portugal) ha sido de gran ayuda para identificar
a este animalillo, en especial la de James Smith.
Pallenis maritima y Anthaxia scutellaris.
Anthaxia scutellaris.
Este lugar siempre merece una
visita a pesar de la fuerte antropización del paisaje, de los incendios y de todo lo demás.
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