Si encontramos un lugar al aire libre lo suficientemente oscuro, lo más lejos posible de la contaminación lumínica (ver), podremos ver una nube de estrellas que cruzan el cielo. Los griegos clásicos lo atribuyeron a la leche derramada del pecho de la diosa Hera, los romanos incorporaron esta teoría a su propia mitología y la llamaron Vía Láctea, camino de leche.
Mosaico de imágenes de 400x900 años luz de la Vía Láctea, obtenido por el observatorio de rayos X Chandra. Smithsonian Institution. Sin derechos de reproducción.
El pasado miércoles nos fuimos
a una zona cerca de La Encina, pero ya en provincia de Albacete, con la idea de
hacer fotos nocturnas que incluyeran la Vía Láctea y algunos de los
aerogeneradores que hay instalados por allí.
La noche es perfecta y las
pocas nubes que había al llegar acaban por disiparse. Cenamos unos bocatas
mientras un pastor pasa con un rebaño y nos vamos para las molinetas.
Pastor con su rebaño.
Rebaño y molinos.
Torreta eléctrica.
La luz de las ciudades
(Villena, Caudete, etc.) nos aparece en el paisaje justo donde “empieza” la Vía
Láctea pero de todas formas conseguimos hacer algo.
"Mire vuestra merced, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento..."
El cielo resulta
sorprendentemente estrellado para lo que vemos en Alicante. La atmósfera es más
limpia y el viento ayuda también.
La Vía Láctea.
Os dejo con algunas de esas
fotos.
La molineta iluminada con la linterna.
La Osa Mayor.
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