Tengo un rato en la mañana de hoy,
sábado 22, y voy para las Salinas de Santa Pola y, además de pajarear, puedo
colaborar con el Censo ibérico de águila
pescadora, que se realiza hoy y que Alicante coordina Itziar Colodro, de la Fundación MIGRES.
La mañana deja lloviznas a ratos, no muy intensa. Incluso, durante algunos minutos, asoma el sol. Se nota frío.
En El Tamarit, muchos flamencos y cormoranes grandes (y muy lejanos), la mayoría posados. En lo alto de la torre, las “típicas” gaviotas patiamarillas.
Bajo, un par de gaviotas
picofinas, otros tantos vuelvepiedras euroasiáticos y un andarríos
chico. Chilla y vuela un archibebe común cerca de 9 garcetas
grandes que parecen estar
custodiadas por varias garzas reales.
Voy al Pinet. 10 agujas colinegras parecen estar
contemplando un espectáculo flamenco. Y para entender qué quiero decir, mejor
mirar la foto:
Leo una anilla de flamenco (blanca, leras
negras) YTDS.
Los tarros blancos, avocetas comunes y
cigüeñuelas comunes van lentamente por la salina, mientras que las gaviotas picofinas se muestran más activas
con continuos capuzones.
Me acerco un momento a la
playa donde un grupito de correlimos
tridáctilos corretean como si jugaran con las olas. Una solitaria gaviota de Audouin descansa
un poco más allá. En la mar, apenas un alcatraz
atlántico y un grupo de 16 cormoranes
grandes en vuelo.
Y, entonces, cuando ya estaba
pensado a qué hora debía irme, aparece un águila
pescadora. Viene casi paralela a la costa y sigue dirección el interior de
las salinas de Santa Pola.
Vuelve a lloviznar. Recojo los
trastos y de vuelta.
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