sábado, 24 de octubre de 2015

EN BUSCA DEL BILISTADO

Comprobando la fórmula alar de un mosquitero común.

Nueva sesión de anillamiento en el río Algar, esta vez con la esperanza puesta en poder capturar algún ejemplar de mosquitero bilistado (Phylloscopus inornatus), especie que en los últimos días ha mostrado una irrupción migatoria. De hecho, el dmingo anterior fue visto en el Algar (Toni Z, Toni Mulet, Jana, Miguel Ángel Andrés) y días después en otro punto del municipio (cita de Willy).

No lo conseguimos, pero sí anotamos 25 capturas. Entre ellas destacan tres ejemplares de carricero común, en una fecha ya tardía para esta especie.

Celebrando la captura del carricero.

Esas pequeñas marcas en la lengua delatan la edad.

Carricero común.

El resultado ha sido:

Pardillo común (1 ex.).
Curruca capirotada (5 ex.).
Petirrojo (6 ex.).
Mosquitero común (6 ex.).
Mirlo común (1 ex.).
Carricero común (3 ex.).
Ruiseñor bastardo (1 ex.).
Jilguero (1 ex.).

Jilguero.

Con un mosquitero y un jilguero a punto de ser anillados.

Petirrojo.

Montamos con el alba y la mañana aparece sin lluvia y sin viento, algo muy distinto a la anterior ocasión en que coincidimos Violeta, Marta, Toni y yo. El cielo nublado que favorece el número de capturas y la actividad de las aves que se prolonga algo más de lo que ha hecho en días soleados y más cálidos.

Amanece y el cielo se incendia.

Un café con leche calentito y una coca boba casera nos ponen las pilas para ir funcionando, algo necesario y eso que hoy el madrugón ha sido más suave.

Flor de níspero.

Podemos observar cormorán grande, un posible aguilucho lagunero, ánade azulón, garza real, una gran rapaz sobre Bérnia (¿buitre leonado?, ¿águila real?), paloma torcaz, mito, lavandera cascadeña, ratonero y otras aves.

Escuchamos el canto de un torcecuellos y el del martín pescador, ave que Violeta quería ver pero que hoy se nos ha resistido, algo curioso en un año que está resultando muy pródigo en capturas de esa especie. Habrá que intentarlo otra vez y pronto.



Como siempre, resulta muy llamativo el fenómeno de la migración, con el hecho de que animales tan pequeños como un mosquitero común que ha pesado 6,4 g (una moneda de un euro pesa algo más de 7 g) sea capaz de superar viajes de miles de kilómetros en busca de más alimento, superando el esfuerzo físico del viaje y toda clase de peligros (depredadores, accidentes, mal tiempo, cazadores, etc.).

Asegurando la identificación.


O ver cómo algunas aves han ido acumulando grasa en sus cuerpos (en ocasiones más de un 60%) para poder tener fuerzas para ese viaje que en muchos casos les llevara a África ecuatorial o más al sur.


Extrayendo un ave.


La humedad y la temperatura han favorecido la aparición de algunas diminutas setas.






Luciérnaga. Cada vez cuesta más verlas.

Detalle del ala del jilguero.



Lo hemos pasado estupendamente en este rato de anillamiento, mientras hemos ido haciendo nuevos planes.

El Zaragozi's Ringing Team de hoy.


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