Comprobando la fórmula alar de un mosquitero común.
Nueva sesión de anillamiento
en el río Algar, esta vez con la esperanza puesta en poder capturar algún
ejemplar de mosquitero bilistado (Phylloscopus
inornatus), especie que en los últimos días ha mostrado una irrupción
migatoria. De hecho, el dmingo anterior fue visto en el Algar (Toni Z, Toni
Mulet, Jana, Miguel Ángel Andrés) y días después en otro punto del municipio (cita
de Willy).
No lo conseguimos, pero sí
anotamos 25 capturas. Entre ellas destacan tres ejemplares de carricero común, en una fecha ya tardía
para esta especie.
Celebrando la captura del carricero.
Esas pequeñas marcas en la lengua delatan la edad.
Carricero común.
El resultado ha sido:
Pardillo común (1 ex.).
Curruca capirotada (5 ex.).
Petirrojo (6 ex.).
Mosquitero común (6 ex.).
Mirlo común (1 ex.).
Carricero común (3 ex.).
Ruiseñor bastardo (1 ex.).
Jilguero (1 ex.).
Jilguero.
Con un mosquitero y un jilguero a punto de ser anillados.
Petirrojo.
Montamos con el alba y la
mañana aparece sin lluvia y sin viento, algo muy distinto a la anterior ocasión
en que coincidimos Violeta, Marta, Toni y yo. El cielo nublado que favorece el
número de capturas y la actividad de las aves que se prolonga algo más de lo
que ha hecho en días soleados y más cálidos.
Amanece y el cielo se incendia.
Un café con leche calentito y una
coca boba casera nos ponen las pilas para ir funcionando, algo necesario y eso
que hoy el madrugón ha sido más suave.
Flor de níspero.
Podemos observar cormorán
grande, un posible aguilucho lagunero, ánade azulón, garza real, una gran rapaz
sobre Bérnia (¿buitre leonado?, ¿águila real?), paloma torcaz, mito, lavandera
cascadeña, ratonero y otras aves.
Escuchamos el canto de un
torcecuellos y el del martín pescador, ave que Violeta quería ver pero que hoy
se nos ha resistido, algo curioso en un año que está resultando muy pródigo en capturas
de esa especie. Habrá que intentarlo otra vez y pronto.
Como siempre, resulta muy
llamativo el fenómeno de la migración, con el hecho de que animales tan
pequeños como un mosquitero común que ha pesado 6,4 g (una moneda de un euro
pesa algo más de 7 g) sea capaz de superar viajes de miles de kilómetros en
busca de más alimento, superando el esfuerzo físico del viaje y toda clase de
peligros (depredadores, accidentes, mal tiempo, cazadores, etc.).
Asegurando la identificación.
O ver cómo algunas aves han
ido acumulando grasa en sus cuerpos (en ocasiones más de un 60%) para poder
tener fuerzas para ese viaje que en muchos casos les llevara a África
ecuatorial o más al sur.
Extrayendo un ave.
La humedad y la temperatura han favorecido la aparición de algunas diminutas setas.
Luciérnaga. Cada vez cuesta más verlas.
Detalle del ala del jilguero.
Lo hemos pasado estupendamente
en este rato de anillamiento, mientras hemos ido haciendo nuevos planes.
El Zaragozi's Ringing Team de hoy.
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