Otro año más (y, afortunadamente, ya van muchos)
el equipo del Projecte Canyet ha
realizado el anillaminento de los buitres. Cerca de cuarenta ejemplares
pudieron ser encerrados después de varios días en los que las carroñeras
decidieron no entrar al gran jaulón. Afortunadamente, el pasado jueves sí lo
hicieron y el sábado (28 de noviembre) nos volvimos a juntar allí para ayudar
en las tareas de colocación de marcas y anillas.
Las tareas del marcado.
Violeta sujeta la punta del ala mientras marcan al buitre.
"Que pase el siguiente" y Miguel lo lleva bajo el brazo.
Hay que sujetarlos bien.
Especialmente hay que asegurar el gran pico.
Y las garras.
Otro está ya en la "sala de espera".
Y no es el único. Patry trae otro.
Y vienen más.
El último paso es pesarlos. Marta y yo pesamos a este y el dinamómetro marcó 7,5 kg.
La mañana empieza fría (2-3ºC)
y hay zonas con escarcha, pero el viento en calma y el intenso sol hacen que pronto
suba la temperatura y la sensación no sea tan fría.
La población que hasta hace
poco nidificaba en un solo punto se ha ido expandiendo (podríamos decir que los
“niños” de Àlvar se han hecho mayores y se han ido de casa) y ahora anidan en
otros puntos distintos.
Toma de datos de medidas alares y marcaje.
Anilla de metal, otra de PVC y las dos marcas esperan a este buitre.
Ninguna le causa la más mínima molestia.
Algunos de los buitres tienen
historias curiosas como la de un ejemplar que desde aquí se fue hasta un parque
natural cercano a Roma y que unos años después ha regresado a Mariola. O de
aquellos que llegaron hasta Mallorca y se quedaron allí formando una colonia
que fue la primera de las Baleares.
A ratos nos vemos sobrevolados por estas enormes aves planeadoras que parecen inmóviles ascendiendo por las térmicas. Algunas de ellas acaban de pasar por nuestras manos. Es una sensación gratificante.
A ratos nos vemos sobrevolados por estas enormes aves planeadoras que parecen inmóviles ascendiendo por las térmicas. Algunas de ellas acaban de pasar por nuestras manos. Es una sensación gratificante.
Estas fotos forman parte de una historia diferente que ya contaremos otro día.
Hasta el buitre estaba contento ☺
La mesa apenas está un segundo vacía.
El grupo de la Facultad de
Veterinaria de la Universidad de Murcia tampoco ha faltado a la cita y han
obtenido muestras de plumas, sangre y saliva de los buitres para nuevas
investigaciones.
Extracción de sangre.
Toma de muestras de saliva.
Macro del ojo de un buitre.
Además de anillar a los
buitres, hay que reemplazar las marcas alares de aquellos ejemplares que las tienen
muy deterioradas. Afortunadamente de casi todos estos últimos se han ido
obteniendo fotos con anterioridad y Àlvar ya las lleva preparadas.
Hay que destacar el esfuerzo
del equipo del Canyet con los dos
Àlvar (padre e hijo) al frente, que a pesar de los problemas que van surgiendo,
siguen llevando a adelante este proyecto de asegurar la reintroducción del
buitre leonado en estas tierras. También quiero agradecerles la cordialidad con que siempre nos acogen y desear que esta del Canyet sea la semilla de una extensa recuperación del buitre leonado por estas tierras, como así está ocurriendo.
Àlvar (padre) comprobando los datos de las anillas.
Àlvar (hijo) preparando otro buitre para anillarlo.
Casi todo el grupo de hoy.
Y para finalizar un vídeo sobre la actividad. Como siempre, mejor verlo en HD y a pantalla completa.
También Miguel y Patry han hecho una entrada en su blog
http://elmochuelocurioso.blogspot.com.es
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