Paseo por La Marjal en la tarde
del pasado día 21, con una elevada humedad relativa en el ambiente y algunas
gotas de lluvia. La primavera sigue acelerándose y se nota mucho en el parque
por el rápido crecimiento de la vegetación y su floración.
También las aves señalan la
estación. En el estanque hay un centenar y medio de aves entre golondrinas comunes y aviones comunes, dedicadas a
alimentarse de insectos que atrapan en rápidos vuelos rasantes sobre la lámina
de agua.
A más altura está la zona de
caza de los vencejos que seguramente
se están dando un buen atracón del llamado plancton aéreo.
Y en el suelo también las aves son un eficaz método de control de insectos y otros pequeños invertebrados. Las abubillas no paran de picotear y atrapar pequeños animalillos que se convierten en su alimento.
Los mosquiteros musicales, ya nos dan una idea con su nombre de que son otros
insecticidas vivos y este año están resultando especialmente abundantes.
El alcaudón común igualmente come insectos, aunque incluye algunos
otros animales de algo más de tamaño que localiza vigilando desde los puntos
más altos.
Los gorriones comunes son omnívoros (por lo tanto, también incluyen
insectos y pequeños invertebrados en su dieta) e igualmente los observo en buen
número en esta ocasión. A pesar de ser una especie muy fácil de encontrar en
nuestras ciudades (solo vive en aquellos lugares donde lo hacen los humanos)
están sufriendo un declive poblacional muy acusado en todo el mundo. En España,
según datos de SEO/BirdLife (ver), ese declive fue del 21% entre 2008 y 2018, unos 30
millones de aves. En otros, como Reino Unido, aún ha sido más grave, con cifras
entre el 90 y el 95%.
Aprieta la lluvia y me voy de
La Marjal.
Dentro de unos días, más
noticias de este singular parque.
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