sábado, 3 de abril de 2021

OBSERVANDO LA MIGRACIÓN DE LAS AVES EN LA MARJAL

 

La migración ya ha arrancado en serio y se nota en las aves que vamos encontrando. En el parque inundable La Marjal también se nota el relevo entre las especies como podemos ver en estas observaciones del 31 de marzo y del 4 de abril.

Ánades azulones y fochas comunes en el estanque, junto a los rápidos.

La Marjal ha demostrado un enorme potencial para las aves. Así lo demuestran las observaciones y los resultados del proyecto de anillamiento científico de aves.

Los ánades azulones andan con pollitos lo que llama la atención de las gaviotas patiamarillas. Pero mamá pata es más rápida y los esconde en la vegetación cada vez que las patis aparecen. También en el estaque ya hay dos zampullines comunes que esperamos aniden otro año más.

Ánade azulón (hembra con pollitos).
¡A esconderse!

Zampullines comunes.

La garceta común se deja ver en las horas más tranquilas del parque en busca de alimento, como alguna de las ranas que croan en las orillas.

Focha común.

Dos ruidosas cotorras de Kramer pasan veloces mientras que las urracas (también bastante escandalosas) se mueven por los árboles y por el suelo. Las abubillas vuelan como enormes mariposas o dejan escuchar su pu-pu-pu que llena el aire junto al canto de los serines verdecillos.

Urraca.


Verdecillo en plan tenor.


Estornino negro.

Pero en el aire lo que hay son vencejos comúnes, vencejos pálidos (más abundantes) y, sobre todo, aviones comunes (más de 100 ex.). También lo comparten con un grupito de 9 aviones zapadores, golondrinas comunes y unas pocas golondrinas dáuricas. Todos han llegado de sus cuarteles de invierno en África, fieles a la cita que tienen con reproducirse en estas latitudes.

No resulta fácil contar así, pero es una delicia para los ojos. 

Mirando los árboles aparecen también recién llegados. En unos chopos localizo 3 mosquiteros papialbos. Con ellos va otro mosquitero que no es igual y que resulta ser un mosquitero musical (gracias, Jana). También un papamoscas cerrojillo se mueve por allí.

Mosquitero musical.

Otras aves ya están con los nidos como dos mitos que observo con material para confeccionarlos. Rebuscan entre el carrizo y ambos se llevan algo en el pico y desaparecen hacia un árbol. Un macho de gorrión común canta insistentemente desde lo alto de un nido abandonado, como si lo reclamase para él.

Gorrión común (parte superior de la foto y nido en el centro).

Lavandera blanca.

También el cetia ruiseñor canta desde la vegetación. Por lo menos, hay dos marcando territorio.

Los petirrojos siguen a lo suyo, compartiendo arbustos con las currucas cabecinegras. En un lentisco aparece brevemente una curruca carrasqueña, también recién llegada.

Un par de conejos se pasean por allí. Uno de ellos llega hasta la orilla del estanque y parece estar de charla con un pato.



De charla con la Sra. Pata.

Cuando me voy, pasa en vuelo una libélula Sympetrun fonscolombii.

La migración está en todo su esplendor. Es un fenómeno natural espectacular, en el que millones de aves de todos los tamaños, cumplen con su ciclo anual de idas y venidas para reproducirse en aquellos lugares que les aporten mejores condiciones.


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