Para acabar noviembre me apetece
ir a dar una vuelta por El Hondo y alrededores y más todavía cuando el mal
tiempo nos da una tregua, dejándonos una jornada soleada y sin viento. Salgo de
trabajar, me como un bocata y doy un paseo por El Hondo. No os dejo todas las
citas aquí pero sí algunas de ellas. Calamones
europeos, fochas comunes, fochas cornudas y cucharas comunes se ven por todos los rincones, pero la tarde va
dejando otras citas.
Por ejemplo, veo a la vez 9 golondrinas comunes y la cifra real
podría ser más del doble sin miedo a equivocarme. Y segundos después pasan 3 grullas comunes en vuelo. Golondrinas y
grullas a la vez, algo no va bien.
Un par de aguiluchos laguneros son acosados por un belicoso cernícalo vulgar que acaba haciéndolos
irse, seguramente aburridos por el incordiante halconcito, mientras que los moritos comunes pasan con sus típicas
formaciones ajenos a todo, sólo pendientes de dónde decida el líder del
escuadrón que es un buen lugar para aterrizar.
También vuelan libélulas por toda la zona, y alguna mariposa Vanessa atalanta. Incluso veo todavía una Danaus chrysippus (muy deteriorada) que vuela por el camino.
Un ruiseñor pechiazul se asoma cerca del observatorio por el que acaba
de pasar el siempre veloz martín
pescador. La observación de ambas especies es muy breve, como pasa con los
tres andarríos chicos que pasan en
vuelo. Al menos, uno decide bajar a la orilla y dedicar un rato a buscar comida
y lo puedo ver tranquilamente.
Paso por la zona sur, y por Carrizales veo algún chorlito dorado
y varias avefrías europeas. Al
seguirlas con el telescopio descubro un esmerejón
común posado sobre un terrón, gracias a que el pequeño halcón se mueve
ligeramente. La zona está siendo transformada en su uso agrícola, lo que hará
que muchas especies no sean tan fáciles de encontrar.
También, más lejano, pasa un busardo ratonero y otro cernícalo vulgar.
Última parada en El Pinet, con
el sol ya descendiendo. Destaca un grupo de 146 chorlitos dorados, muy tranquilos y aprovechando los últimos
rayos. Sólo el paso cercano de un flamenco
común les hace moverse.
Más activos (como siempre)
están correlimos comunes, correlimos
menudos, archibebes comunes, avocetas comunes, cigüeñuelas comunes…
Mientras, en el pinar, un atento alcaudón
meridional vigila desde una rama.
Todo se va envolviendo de una
suave luz anaranjada y el ambiente aún parece más tranquilo después de tantos
días de viento y frío. Los contraluces ofrecen siluetas muy interesantes.
A la vuelta, desde el coche,
veo un grupito de gaviotas picofinas
posadas en Bonmatí y cerca de la Torre del Tamarit hay 16 garcetas grandes muy juntas, al lado de la carretera. Esta
especie ha ido cada vez a más.
Y con los últimos rayos del
sol, para casa.
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