Sábado 27. Aunque la tarde es ventosa y
fría, me acerco un rato al Cabo de las Huertas a pegar un vistazo. Busco un
rincón soleado y a sotavento, donde se pueda aguantar mejor el viento del
noroeste que llega gélido. Veo varias gaviotas
de Audouin y una de ellas lleva una anilla que puedo fotografiar. Es la anilla CTFA que, consultada la base de
Estación Biológica de Doñana, resulta corresponder a un ejemplar anillado el 18 de
junio de 2020 en Punta La Banya (Tarragona). Es la primera observación registrada
desde entonces.
En la mar vuelan y se lanzan en
picado varios alcatraces atlánticos,
a veces perseguidos por gaviotas
patiamarillas.
Hay un par de gaviotas cabecinegras que pasan hacia
el sur y, posada y lejana, una gaviota
sombría.
Ya se puede decir que las pardelas baleares están por aquí.
Cuento 136, en hora y media, más unas 60 pardelas
lejanas que no puedo identificar.
En la orilla se mueven los 6 vuelvepiedras eurosiáticos del otro
día, así como un par de chorlitejos
patinegros.
También hay varios charranes patinegros que vuelan veloces
aprovechando el viento. Hacen alguna zambullida y en alguna tienen éxito.
La sorpresa me la dan 6 negrones comunes que pasan en vuelo (no
muy lejos) hacia el norte, haciendo un amago de echarse al agua pero, al final,
no lo hacen y siguen su vuelo. La verdad es que (como otras especies de aves
marinas) se van haciendo más raras de ver y alegra cuando puedes observarlos.
De vuelta, me pasa en vuelo la pareja de cernícalos vulgares, dado giros y acelerones, como si jugaran con el fuerte viento, como igualmente hacen unos aviones roqueros.
También se ven algunos pajarillos como tarabilla común, mosquitero común, petirrojo europeo, curruca cabecinegra, colirrojo tizón, jilguero europeo, mirlo común…
La cosa parece que se anima.
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