Parte 1. La migración de las aves
Miles
y miles de aves volaban al sur en bandadas grandes y pequeñas. Algunas lo
hacían en la dirección contraria y otras al sesgo, en la oblicua. Las hileras
que formaban unas veces ascendían, otras descendían. Contemplé aquello con
fascinación. Las águilas iban arriba del todo. Planeaban con sus poderosas alas
extendidas, describiendo grandes círculos. ¿Qué significaba para ellas la
distancia?
Por el territorio del Ussuri.
Vladimir Arseniev.
Este
extracto de la novela, en la que se basó la inolvidable película Dersu Uzala, muestra el asombro de un
grupo de personas asistiendo al paso migratorio de miles de aves en las
regiones siberianas. Más cercanos a nosotros, el Estrecho de Gibraltar es otro
de esos “puentes” entre continentes que muchas especies utilizan para cruzar en
busca de sus territorios de reproducción o de invernada.
En
Tarifa, la Fundación Migres, con la ayuda de voluntarios, organiza desde hace
años en el Observatorio del Estrecho, un seguimiento de las aves que pasan a
África.
Hasta la
fecha de escribir esta entrada, la Fundación Migres ha publicado las siguientes
cifras sobre las aves (he escogido las más numerosas) que han cruzado el
Estrecho esta temporada:
|
18-24/7 |
2-31/7 |
1-7-/8 |
8-14/8 |
15-21/8 |
suma |
Cigüeña negra |
0 |
0 |
0 |
0 |
5 |
5 |
Cigüeña blanca |
62.698 |
25.924 |
21.823 |
11.408 |
20.457 |
142.310 |
Milano negro |
20.715 |
26.058 |
63.332 |
56.619 |
34.801 |
201.525 |
Buitre leonado |
271 |
86 |
145 |
154 |
354 |
1.010 |
Culebrera europea |
176 |
167 |
279 |
249 |
737 |
1.608 |
Águila calzada |
82 |
68 |
191 |
197 |
1208 |
1.746 |
En ese
mismo periodo de tiempo, el total de aves ha sido de 350.979.
Está
claro que muchos otros ornitólog@s van por allí a disfrutar de este espectáculo
natural y así hemos hecho nosotros.
El primer día (23 de agosto) la fuerza del levante (con rachas de más de 66 km/h) ya indicaba que el pase iba a ser muy pobre. Desde el observatorio de Cazalla veíamos a las aves dar vueltas y vueltas.
Algunos milanos negros se acercaban a la costa pero los 14 km de mar del Estrecho les echaban para tierra. A pesar de estar en el punto más al sur del continente europeo, ese tramo sin corrientes térmicas, es una amenaza para las aves planeadoras. Cruzar esa distancia para esos animales es casi imposible en esas condiciones de viento.
Desde el observatorio de Cazalla (COCN). Al frente, la playa de Los Lances y a la izquierda, Tarifa.
Las aves más pequeñas resultaban más difíciles de ver por el intenso viento.
Muchos
más milanos negros, acompañados por 3 buitres
leonados, un par de alimoches
europeos, varias águilas calzadas
y otras rapaces, daban vueltas impacientes en cielo. Golondrinas comunes, aviones comunes, vencejos comunes y algún vencejo pálido pasaban veloces
empujados por el viento y bajo los multicolores abejarucos comunes con sus cantos.
Nos
acercamos al observatorio del Migres el levante era igual de intenso. La costa
africana se veía ahí, muy cerca, pero demasiado lejos para las aves.
La
previsión anunciaba que al día siguiente el levante amainaría. Reservé la
mañana de ese día para hacer una salida en barco en busca de cetáceos así que decidimos
volver al observatorio del Migres a mi regreso.
Ya os
cuento aquí fue la salida cetácea, seguimos con las aves.
Efectivamente,
esa mañana tenemos también levante pero más moderado (las rachas son de poco
más de 30 km/h) y, ligeramente después del mediodía, volvimos al observatorio.
Hay muchos milanos y muchísimas cigüeñas blancas cicleando. Los milanos se acercan otra vez hasta la
costa y siguen desconfiando de pasar. Durante la travesía en barco, he visto a
dos de ellos cruzando hacia las costas marroquíes, así como a un aguilucho lagunero y a un águila calzada.
Aparece
un gran bando de cigüeñas blancas.
Centenares de puntos blanquinegros van llenado el cielo. Y cada vez llegan más
hasta ser unas 500 aproximadamente.
Se van
hacia el mar, casi por la vertical de Tarifa, pero, inesperadamente, giran y se
vuelven tierra a dentro. Tanto que las perdemos de vista detrás de los montes.
Nos
quedamos desilusionados, pero confiamos en que el levante que cada vez es más
suave, no les vuelva a asustar.
Un águila calzada cruza y la perdemos de vista ya casi en Marruecos. Cigüeñas, vamos, que ya estaréis agotadas y hambrientas de estos días de espera. África os espera.
La costa marroquí.
Pasan
ruidosos y multicolores bandos de abejarucos.
Son muy numerosos. Fácilmente, más de mil ejemplares en 3 horas. Aviones, golondrinas y vencejos también
son un goteo constante.
De repente, el cielo se empieza a oscurecer en un punto lejano. Un vistazo por el telescopio nos lo aclara: las cigüeñas regresan. Y vienen con más amigas. Muchas más. Si el anterior bando nos pareció grande, este es ya gigantesco. Una estima muy prudente, tras contar varias porciones del bando, nos dice que son unas ¡3000 cigüeñas!
Es
una larga nube que se va prolongando cada vez más. Al llegar a la costa parece
que hay un momento de pánico, pero siguen adelante. Mejor ver este vídeo:
Tres mil cigüeñas crean con su paso un puente vivo en el cielo entre Europa y África, respondiendo a la llamada biológica de buscar
territorios más seguros en el sur después de nidificar por medio viejo
continente. Es un viaje ancestral y espectacular, algo que las condiciones
biológicas del planeta han marcado, especialmente en las aves, desde hace
millones de años.
La
migración supone un gran reto a las aves, pero también es la garantía de
supervivencia de esas especies. Es un viaje de ida y vuelta anual, del hemisferio
norte al sur y regreso, de muchos miles de kilómetros repleto de peligros
(humanos y naturales) pero también es fruto de la adaptación a las condiciones ambientales
derivadas de las estaciones meteorológicas.
Entre las
brumas del litoral marroquí perdemos de vista al enorme bando de cigüeñas, pero
ha llegado, seguro que sí. Nosotros así lo deseamos y estamos convencidos de
ello.
Algunos milanos parecen haberse animado al ver
el éxito de las cigüeñas y tiran para África. Hay ejemplares que todavía se dan
la vuelta y esperan sobre Tarifa y alrededores.
Con el
reciente e impresionante recuerdo del bando de cigüeñas apuramos el tiempo en el observatorio hasta que ya debemos
irnos.
Ha sido
una experiencia inolvidable. Habrá que volver a vivirla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario