miércoles, 4 de octubre de 2023

LA DEL VUELVEPIEDRAS COJO

 

El 23 de octubre del año pasado, observé en el Cabo de las Huertas un vuelvepiedras euroasiático al que le faltaba parte de una pata. A pesar de ello, tenía un aspecto estupendo y se movía de un lado a otro junto a varios más de su especie. La diferencia era que, en vez de correr, daba saltitos, y que parecía tener menos miedo a la presencia más cercana de personas, quizás demasiado poco miedo (juzgad al ver la foto). 

A los perros sueltos (mal hecho por parte de sus dueñ@s 😡) les tiene el mismo pavor que el resto de aves.

Ese invierno, lo vi varias veces más por la zona, haciendo esas cosas que hacen los vuelvepiedras para alimentarse y que llevan en el nombre: mover todas las piedrecillas de la costa para buscar comida.

Con el fin del invierno partiría hacia el norte, donde nació, probablemente Islandia, Groenlandia o Escandinavia. El vuelvepiedras muestra un declive poblacional en Europa, como desgraciadamente le ocurre a la mitad de todas las especies de aves del mundo.

Ayer lo volví a encontrar exactamente en el mismo sitio, con tan buen aspecto como hacía un año y sin parar de buscar (y encontrar) alimento. Sin duda, alegra saber de nuevo de las mismas aves, tanto tiempo y tantos kilómetros después. Y más en esas condiciones.


La falta de parte de una pata no debe hacer nada fácil la vida para un ave así que nidifica en la región ártica y que inverna tan al sur como Senegal.

¡Mucha suerte!

Otros vuelvepiedras.


También anotar que han aparecido ya los aviones roqueros en La Almadraba. De momento son solo 15, pero pronto se juntarán muchos más al atardecer.

Gaviota de Audouin.

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