Dentro de unos días se hará pública la convocatoria del XX Censo de Aves Marinas Invernantes en el Litoral
de la Comunidad Valenciana (CAMILCV), este año con el necesario seguimiento de
las normativas sanitarias por la pandemia de Covid-19.
He pensado que puede ser
interesante pegar un vistazo hacia atrás (breve e incompleto) aunque por ahora
solo me voy a referir a los últimos doce años de datos de este censo en el Cap
de l’Horta, el “mío”.
Para empezar hay que decir que
es agradabilísimo pasar ese rato con otros ornitólogos tratando de descubrir
todo lo que se mueve en el mar y en la costa. A veces (no muchas) la
climatología no ha sido muy buena con nosotros pero hemos podido hacerlo hasta
ahora y esperemos poder continuar y aprendiendo más cosas sobre las aves
marinas, el grupo de aves más amenazado del planeta.
El censo se hace en enero
(generalmente, el segundo sábado) desde unos 15-20 puntos repartidos por la
Comunidad Valenciana y va desde las 08:30 hasta las 11:30h. En esos doce últimos años de censos (2009-2020)
de los que voy a hablar, se nos han ido en el cabo 36 horas mirando bichos y
hemos contabilizado 12.976 aves marinas,
es decir, 1.081 aves/censo o 360 aves/hora.
A veces el “chorreo” de aves
que pasa por delante es brutalmente intenso y ni pestañeamos y en otras
ocasiones incluso ¡podemos respirar! Afortunadamente, nuestro equipo ya tiene
una larga experiencia y nos organizamos eficazmente.
La especie “estrella” del
seguimiento es la pardela balear,
ave considerada como En Peligro Crítico de Extinción y la
más amenazada de Europa. Algunos años hemos anotado cifras muy altas
como las 3.403 del año 2010 (casi la
mitad de todas las que hay en el planeta) o las 2.937 de 2015.
Aquí tenéis una tabla con los
resultados de las aves marinas observadas en los CAMILCV desde el Cap de
l’Horta entre 2009 y 2020:
Algunas tendencias en las aves
objeto del CAMILCV ya empiezan a consolidarse. Por ejemplo, y sin profundizar,
en el periodo 2009-2020, en los CAMILCV desde el Cap de l’Horta solo se han
visto alcas comunes en dos
ocasiones: en 2016 (un ejemplar) y 2017 (64 ejemplares). Anteriormente, era
relativamente frecuente observarlas, pero ha ido volviéndose mucho menos
frecuente y, sobre todo, en menor número de ejemplares.
Algo similar ha ocurrido con
la serreta mediana, ya que aunque
raramente se observaban más de uno o dos ejemplares, se dejaba ver cada año.
Aquí llevamos más de seis años sin noticias de esta especie.
Hace unos años casi todas las
citas de págalos eran de págalo parásito y apenas se veía págalo grande. Ahora ocurre todo lo
contrario.
Aquí tenéis unas gráficas con las
especies más observadas:
Dentro de poco os contaré los
resultados del XX CAMILCV.
Buen artículo, gracias!!!
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