domingo, 6 de diciembre de 2020

EL PINET Y EL HONDO

 


22/11/2020. Salinas de El Pinet. Mañana soleada y con muchísima afluencia de personas a este lugar con muchas de ellas dando voces. La sensación es que no saben ni qué importancia tiene un paraje así ni les importa.

A pesar de ellos, puedo disfrutar de buenas observaciones entre las cuales hay la de una garceta grande con anilla roja y letras blancas pero que es ilegible por la distancia. También las gaviotas picofinas aparecen en buen número en un grupo que no para de lanzarse al agua.



Avocetas, cigüeñuelas, archibebe común, garza real, garceta común y un aguilucho lagunero occidental se mueven en la salina mientras que en las orillas se mueve bisbita común, bisbita alpino, lavandera cascadeña




05/12/2020. El Hondo. Mañana ventosa y fría con cielos especialmente transparentes. Antes de llegar, casi en la vertical de San Felipe Neri, un halcón peregrino es acosado por una “bola” de estorninos hasta que la rapaz desaparece velozmente. Entre las rapaces también observamos aguililla calzada, aguilucho lagunero occidental (bastante abundante), cernícalo vulgar y (muy lejana) una de las águilas moteadas de las que están ahora en el paraje.


La pasarela “flota” en seco lo que permite que el fango sea el lugar donde se alimenta un grupo de moritos junto a algunas garcetas comunes. Los calamones pasean de un lado a otro mientras que un grupito de cigüeñuelas dormitan al sol. Correlimos comunes y andarríos chicos van y vienen por el lodo buscando comida. Entre todo esto hay varias lavanderas blancas y cascadeñas, así como varios bisbitas alpinos.








El pechiazul se deja ver en el carrizo varias veces y junto al camino del observatorio veo un par de escribanos palustres picoteando en el suelo.

Entre muchos cucharas comunes y numerosos tarros blancos puedo ver un par de ánades frisos y al pie del carrizo permanecen casi inmóviles algunas cercetas comunes y ánades azulones.








El destello azul metálico irreproducible del martín pescador brilla sobre la laguna recortado sobre la silueta de los flamencos.

A la hora de volver, el aparcamiento está casi lleno de vehículos. Afortunadamente, casi todos sus ocupantes parece que acaban de llegar y los encontramos cerca del centro de visitantes. Aun así, tenemos que pedir a alguno de ellos que nos dejen pasar en la pasarela y que se pongan la mascarilla a nuestro paso. Otro problema más del aumento de público.

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