Las aves son consideradas como
biondicadores de la calidad de un territorio. Su presencia o ausencia y la
evolución de sus poblaciones muestran cómo es un lugar y cómo está siendo
afectado su medio ambiente. Esto es debido a que las aves son el grupo animal
presente en todos los continentes e incluso en los lugares más extremos del
planeta. Además son seres que tienen una gran diversidad de fuentes de alimento
y la mitad de ellos realizan desplazamientos migratorios, lo que les supone
también se vean afectados por cambios no sólo en su lugar habitual de
residencia sino en el de sus destinos y en los puntos de descanso.
Con
mi buen amigo Alfonso censando buitres en el Refugio de Rapaces de Montejo
de la Vega (Segovia). Foto: Raúl González.
Para saber qué especies de aves
tenemos y cuál es la evolución de sus poblaciones se realizan varios tipos de
seguimientos de aves. Uno de ellos es el basado en hacer transectos, en los que
durante un recorrido prefijado los ornitólogos voluntarios detectan las
especies de aves presentes y su número.
En esta técnica se basa el SACRE
(Seguimiento de Aves Reproductoras en España ) que organiza la Sociedad Española
de Ornitología y que comenzó en 1997 a extenderse por todo el país. Cada año varios cientos de
ornitólogos censan aves en esta actividad de carácter científico y, a la vez,
lúdica y altruista. Son 142 las especies sobre las que se centra la atención de
los SACRE, ya que por las características de esta modalidad de censos no se
puede aplicar para aves marinas, especies de cría en colonias, rapaces, etc.
Mapa de las cuadrículas cubiertas para el Programa
SACRE. Imagen de SEO/BirdLife.
Yo llevo ya 10 años cubriendo la
cuadrícula UTM YH36 (10x10 km), considerada como “región Este”, y contribuyendo
(con mi modesta ayuda) a conocer mejor a nuestras aves y, por tanto, para saber cuál es
la evolución medioambiental de esa zona geográfica y del país.
Mi cuadrícula. Imagen de SEO/BirdLife.
89 especies y más de 13.000 aves
A grandes rasgos consiste en
diseñar un recorrido de unos 20 km dentro de esa cuadrícula. Cada kilómetro,
aproximadamente, se anotan todas las especies de aves (vistas o escuchadas)
durante 5 minutos en dos franjas: a más o a menos de 25 m. Esto se hace una vez
al principio de la época reproductora y otra a mediados-finales. Hay que
repetir el mismo itinerario y las mismas condiciones cada año para así poder
contar con una información fiable. En el periodo 2002-2010 he detectado en mi
cuadrícula 89 especies distintas y más de 13.000 ejemplares. También
“aprovecho” la cuadrícula para otros seguimientos (aves invernantes, especies
nocturnas, atlas…) por lo que la conozco suficientemente bien.
Abubilla, una especie cuya población se considera
“estable” para el territorio nacional y “en declive moderado” en el este de la
península.
Urraca, una especie cuya población se considera
“estable” para el territorio nacional y “en incremento moderado” en el este de
la península.
Alcaudón meridional, especie considerada “en
declive moderado” para el territorio nacional y para el este la península.
Mochuelo europeo, especie considerada “en declive
moderado” para el territorio nacional y para el este la península.
Es una tarea que requiere tiempo
para poder alcanzar un aceptable nivel de certeza sobre cuál es la evolución de
las poblaciones de aves pero ya está empezando a generar conclusiones
importantes. Desgraciadamente, no son muy alentadoras.
En la última década no se ha conseguido frenar la pérdida de la
biodiversidad
Según el informe “Estado de
conservación de las aves de España. 2010” publicado por SEO/BirdLife, “un 23%
de los taxones de aves presentes en España con regularidad tiene un elevado riesgo
de extinción, otro 23% de las aves comunes presenta una tendencia negativa y un
74% de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBA, del inglés Important Bird Areas) muestra una
tendencia o un estado de conservación desfavorable”.
De acuerdo a los datos obtenidos
por los programas de seguimiento (el SACRE es de los más extendidos e
importantes) el 20% de las especies tiene una tendencia negativa, la mayoría de
ellas, relacionada con los medios agrícolas.
De otros censos y seguimientos se
llega a otras conclusiones preocupantes en el citado informe:
- 8 de los 16 taxones considerados como “en peligro crítico de extinción” corresponden a aves acuáticas, de acuerdo a los resultados de los censos realizados en 3.000 humedales españoles.
- El 67% de las especies de aves esteparias se encuentran dentro de algún grado de amenaza.
- Las aves marinas también muestran un deficiente estado de conservación.
Cerceta pardilla, especie catalogada como “en
peligro crítico”.
Con estos datos y recordando que las
aves son biondicadores de calidad ambiental, podemos hacernos fácilmente una
idea del desastroso estado y evolución de nuestro medio ambiente.
Más info sobre el SACRE y otros
programas de seguimiento en http://www.seguimientodeaves.org
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