La Huerta de Alicante
La
desaparecida Huerta de Alicante ocupaba un área que en la actualidad comprende,
aporximadamente, parte de los términos municipales de Alicante, Sant Joan,
Mutxamel y El Campello, pero especialmente se refiere a zonas conjuntas en las
partidas de La Condomina, Benimagrell, Tángel y El Palamó. Regada por un
sistema de acequias que transportaban el agua del Río Monnegre y del Pantano de
Tibi (el más antiguo de Europa aún en funcionamiento), desde muy antiguo era
famosa por la calidad de sus productos agrícolas y, en especial, por sus vinos,
entre los que se encontraba el famoso fondillón, un vino dulce elaborado con la
variedad monastrell y que tuvo un enorme auge en el siglo XV (en “El Conde de
Montecristo”, de Alejandro Dumas, se habla de su excelente valoración),
llegando casi a desaparecer a principios del XX de no haber sido por los
esfuerzos de algunos viticultores alicantinos. El resto de vinos producidos en
esta zona también tuvo su fama aunque más local, basados en uvas garnacha
tintorera, valensí negre y la ya citada monastrell. La llegada de la plaga de
la filoxera en los primeros años del siglo XX destruyó las viñas y acabó
prácticamente con todo el negocio vinícola. En la actualidad, ya no se produce
ningún vino, siendo elaborado el fondillón en bodegas de Pinoso, Monóvar y Algueña.
La
zona de la Huerta de Alicante ya muestra indicios claros de ocupación humana
desde hace siglos. El yacimiento de Lucentum y el cercano del Cerro de las
Balsas, así como otros en la Serra Grossa, confirman las diversas culturas que
han ido transitando por aquí. Fenicios, íberos, romanos, árabes… pasaron por
aquí y establecieron asentamientos de mayor o menor importancia o duración como
los citados.
Poco
a poco, la Huerta de Alicante fue siendo ocupada por construcciones para hogar
de los propietarios de las fincas agrícolas. Y cuando esas tareas se
encontraban en pleno rendimiento surgió un problema que llegó del mar: los piratas.
Piratas del Mediterráneo
En
el siglo XVI, los piratas berberiscos encontraban aquí un buen lugar para sus
fechorías. Las viviendas estaban dispersas y mal defendidas. Sus ocupantes eran
una presa fácil que pronto se verían capturados y convertidos en esclavos y
que, con suerte, podrían ser liberados a cambio de una suma de dinero. Antes ya
habían ocurrido estos hechos pero es en ese siglo cuando los ataques son más
intensos. Las playas de La Albufereta y de San Juan eran lugares idóneos para
desembarcar y atacar las viviendas y poblaciones cercanas. Uno de los piratas
que más castigaron esta zona fue el turco Dragut, quien en dos ocasiones
realizó fuertes ataques con centenares de piratas. Su última incursión la
realizó en 1557 con un desembarco de la flota pirata en la playa de La
Albufereta, haciéndose fuerte durante un tiempo en la Serra Grossa y en el
Tossal de Manises.
La
resistencia que ofrecían los habitantes de la huerta ante estas incursiones era
muy débil, hasta que se crearon unas milicias cuyos gastos eran sufragados por
los vecinos y que proporcionaron una significativa fuerza de defensa contra los
berberiscos.
Ante
esa situación de inseguridad, se inicia la construcción de una serie de torres
de defensa en la costa y en zonas del interior como la Huerta de Alicante. Las
primeras irían levantándose en cabos y promontorios costeros y las segundas se
dividirían en dos tipos: las construidas en núcleos urbanos (a veces utilizadas
como campanarios) y las que se encontraban adosadas a fincas agrícolas. Sobre
éstas trata principalmente el presente artículo.
Torre de la Huerta con construcción adosada (Torre Sarrió). Planta cuadrada, como todas las de la Huerta de Alicante.
Torre de costa: Torre
de Reixes o de Aigües, por la noche. Se puede comprobar su planta circular.
Torre de San José, elemento defensivo de la
fortificación de la Isla de Nueva Tabarca. No forma parte de las torres de la
huerta y se construyó a finales del siglo XVIII para servir de fortín. En la
actualidad está siendo rehabilitada para su uso por la Guardia Civil tras haber
sido cuartel de carabineros, cárcel, cuartel…
Las torres de la Huerta
Alrededor
de treinta torres defensivas se encuentran dentro de la zona de la Huerta de
Alicante. Mejor dicho: se encontraban, porque algunas han desaparecido como
resultado del abandono y el desinterés. Su construcción se inició en el siglo
XVI y continuó hasta el XVII, mostrando características comunes a todas y otras
que las hacen distintas en función de la época concreta en que se levantaron.
La
torre “tipo” podría ser una construcción de planta cuadrada (contrariamente a
las de costa, de planta circular) hecha con mampostería o sillares de piedra de
la Serra Grossa o San Julián, que parte de un semisótano y que puede tener de
dos a cuatro plantas, a las que se accede por una escalera de caracol. La
terraza es accesible y puede tener elementos constructivos defensivos como almenas.
La puerta de acceso es pequeña para facilitar su trabamiento y defensa y no hay
ventanas, sólo aspilleras para defenderse. Como hemos dicho, a la torre se
adosa la vivienda a defender. Según su construcción y aspecto podemos
diferenciarlas:
- Las más antiguas (principios siglo XVI) se erigieron con muros rectos de mampostería reforzados en las esquina con sillares
- Las de la segunda mitad el siglo XVI, muestran un talud en su base y están hechas con sillarejos rematados en las esquinas con sillares.
- Las del siglo XVII están muy bien acabadas, con sillares mejor elaborados y remates como cornisas.
Los
años pasados han modificado su aspecto, incorporando sus posteriores propietarios
ventanas, balcones y otros elementos extraños a la construcción original.
La misma torre:
detalle en el muro SW. Los agujeros bien pudieran ser debidos a los impactos de
algún fusilamiento.
Seguimos con la Torre
Sarrió: inscripción “PERE HO...IS 1594” (probablemente
“Pere Llopis 1594”) en un sillar. Probable fecha de finalización de la
construcción.
Algunas torres
No
pretendo hacer un resumen exhaustivo sino una aproximación a este patrimonio
histórico y cultural por lo que sólo muestro en esta ocasión unas cuantas de
estas torres. Unas están mejor conservadas que otras, algunas esperan un uso de
carácter público, otras están “atrapadas” en propiedades privadas y hasta las
hay acosadas por el furor urbanístico.
Torre Santiago. En
1982 la torre estaba prácticamente destruida, conservándose tan sólo tres de
las esquinas de sillería hasta la primera planta. Fue levantada de nuevo, por
lo que sus elementos es posible que no sean todos originales.
Torre de Las Águilas.
Foto hecha desde el aparcamiento de un supermercado.
Torre de la Mitja
Lliura, ubicada en una finca privada que fue granja.
Torre Juana.
Torre La Cadena.
Cuenta con un reloj de sol.
Torre de Rejas.
Incorporada a un restaurante. Sus muros tienen 1,20 m de espesor.
Torre Castillo (también
llamada de García (por sus últimos propietarios), de Ansaldo o de Amauro), incorporada igualmente
a un restaurante. Las almenas son añadidas hacia 1960.
Torre Boter. En las
inmediaciones hay una pequeña ermita.
Protección y futuro
El
Ayuntamiento de Alicante incluye 23 torres en su catálogo de Bienes de Interés
Cultural, aunque algunas de ellas no son torres de la huerta, como el caso de
la Torre de San José de la isla de Tabarca o algunas de las que no queda mucho más que unos pocos restos como en la torre de Alcodre (sobre la que se
levanta el actual faro del Cabo de las Huertas ver)
o la de Agua Amarga.
Una
vez más debemos dudar hasta qué punto son efectivas (parece que son más bien
ineficaces) estas figuras de protección al observar el deterioro incesante de
no pocas torres, restos de nuestro pasado y de nuestra historia. Dejo como
pruebas las siguientes torres.
Torre Plàcia. No se
han respetado la ley: el cerramiento de la urbanización debería haber dejado un
espacio de 50 m alrededor de la torre pero sólo se han dejado 20 centímetros.
Torre Ferrer, también
acosada por las construcciones.
Torre Conde. Sobre el
año 1990 comienza el expolio de piezas, tras haberse producido pocos años antes
el abandono de la torre y las construcciones anexas. Se derribaron incluso los
arcos de las bóvedas (aunque no pudieron ser robados y en la actualidad están
tirados por el suelo) y se llegó a horadar la torre para su caída. En 2006 se
asegura la estabilidad de la torre.
Torre Ciprés. En
estado ruinoso. La casa adjunta se derribó en la década de los setenta y el
arco de sillería que tenía fue robado en 2004. En las inmediaciones hay una
ermita cuya construcción está datada en 1684, en estado igualmente ruinoso.
Recientemente ambas construcciones han sido acordonadas por los bomberos ante
su peligrosidad. No tardarán en desaparecer si los responsables no hacen algo.
Interior de la Torre Ciprés.
Interior de la ermita de la Torre Ciprés. No hacen falta comentarios.
Fotos: Marzo 2012
Más información:
Muy recomendable la
magnífica información de Antonio Campos expuesta en http://www.alicantevivo.org/2010/08/casas-y-torres-de-la-huerta-1.html
También Ola 18, la revista
del IES Playa San Juan, recoge datos de mi amigo Alfredo Campello http://proyectola18.blogspot.com/
Para identificar rápidamente
las torres alicantinas con imágenes viene bien este documento http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/20719/1/00_Peptha_IndiceTorres.pdf
Elías, te envío privado en facebook.
ResponderEliminarhttp://www.diarioinformacion.com/alicante/2012/03/24/alicante-vivo-alerta-peligro-desplome-corre-ermita-cipres/1237052.html
ResponderEliminarhttp://www.alicantevivo.org/2012/04/los-ultimos-dias-de-la-torre-el-cipres.html
ResponderEliminarhttp://porqueroagamenonn.blogspot.com.es/2012/04/verguenza.html?spref=fb
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